En la Biblia, la palabra "perro" tiene un significado simbólico y profundo que va más allá de su sentido literal. A lo largo de las Escrituras, el término "perro" se utiliza para describir a personas o situaciones que son impuras, desleales o inmorales.
La palabra "perro" en sí tiene una etimología interesante. Proviene del latín "canis", que también significa perro. En la antigüedad, los perros eran considerados animales impuros y se les asociaba con la suciedad y la inmundicia. Por lo tanto, cuando se utiliza la palabra "perro" en la Biblia, se hace referencia a algo que es impuro o despreciable.
El origen de esta asociación negativa con los perros en la Biblia se remonta a la antigua cultura oriental. En aquellos tiempos, los perros eran animales callejeros que se alimentaban de basura y cadáveres. No eran considerados mascotas ni animales de compañía, sino más bien una plaga indeseable.
En el Antiguo Testamento, el término "perro" se utiliza principalmente para referirse a personas que son inmorales o idolatras. Por ejemplo, en el libro de Deuteronomio, se advierte a los israelitas que no ofrezcan sacrificios a sus dioses en la forma en que lo hacen los pueblos paganos, diciendo: "No traerás el salario de una ramera ni el precio de un perro a la casa del Señor tu Dios por ningún voto; porque abominación son al Señor tu Dios tanto uno como el otro" (Deuteronomio 23:18).
En el Nuevo Testamento, la palabra "perro" se utiliza para describir a las personas que son impuras o desleales. Jesús mismo utiliza esta metáfora cuando dice: "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen" (Mateo 7:6).
En resumen, el significado bíblico de la palabra "perro" va más allá de su sentido literal. Se utiliza como una metáfora para describir a personas o situaciones que son impuras, desleales o inmorales. Su origen se remonta a la antigua cultura oriental, donde los perros eran considerados animales impuros y despreciables. Por lo tanto, cuando encontramos esta palabra en la Biblia, debemos entender su significado simbólico y aplicarlo al contexto en el que se utiliza.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de perro:
Éxodo 11:7
Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre los egipcios y los israelitas.
Jueces 7:5
Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquel pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber.
2 Samuel 3:8
Y se enojó Abner en gran manera por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Soy yo cabeza de perro que pertenezca a Judá? Yo he hecho hoy misericordia con la casa de Saúl tu padre, con sus hermanos y con sus amigos, y no te he entregado en mano de David; ¿y tú me haces hoy cargo del pecado de esta mujer?
2 Samuel 9:8
Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?
2 Samuel 16:9
Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza.
1 Reyes 14:11
El que muera de los de Jeroboam en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo; porque Jehová lo ha dicho.
1 Reyes 21:19
Y le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre.
1 Reyes 22:38
Y lavaron el carro en el estanque de Samaria; y los perros lamieron su sangre (y también las rameras se lavaban allí), conforme a la palabra que Jehová había hablado.
2 Reyes 9:36
Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Esta es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel,
Job 30:1
Job lamenta su desdicha actual Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo, A cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado.