La palabra "ánima" tiene un profundo significado en la Biblia, refiriéndose a la esencia misma de la vida. Su etimología proviene del latín "anima", que significa "alma" o "espíritu". En el contexto bíblico, el término se utiliza para describir la parte inmaterial y eterna del ser humano, que sobrevive a la muerte física.
En el libro del Génesis, se dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y sopló en su nariz el aliento de la vida, dándole así un alma viviente. Esta idea de que el ánima es un regalo divino que nos distingue como seres humanos se repite a lo largo de toda la Biblia.
En el Antiguo Testamento, el ánima se menciona en numerosas ocasiones, a menudo en referencia a la vida misma. Por ejemplo, en el Salmo 23 se dice: "El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes pastos me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre". Este pasaje sugiere que el ánima es aquello que nos da vida, fuerza y dirección en nuestro camino.
En el Nuevo Testamento, Jesús habla frecuentemente sobre el ánima y su importancia. En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: "¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su ánima? ¿O qué dará el hombre a cambio de su ánima?". Aquí, Jesús enfatiza que nuestro ánima es más valiosa que cualquier posesión terrenal y que debemos cuidarla y preservarla por encima de todo.
El ánima también se menciona en relación con la resurrección de los muertos. En el Evangelio de Juan, Jesús dice: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente". Esta afirmación de Jesús implica que el ánima es inmortal y que, a través de la fe en él, podemos tener vida eterna.
En resumen, el significado bíblico de la palabra ánima se refiere a la esencia misma de la vida humana, la parte inmaterial y eterna que nos distingue como seres creados por Dios. Es aquello que nos da vida, fuerza y dirección, y que trasciende la muerte física. A través de la fe en Jesús, podemos tener la esperanza de la vida eterna y la salvación de nuestras almas.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de ánima:
Génesis 1:24
Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
Génesis 2:19
Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
Génesis 3:14
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Génesis 8:19
Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.
Génesis 8:20
Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.
Génesis 9:5
Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
Éxodo 12:29
Muerte de los primogénitos Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
Éxodo 13:12
dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová.
Éxodo 19:13
No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.
Éxodo 22:10
Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y este muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie;