Los cardos son plantas silvestres que crecen en zonas cálidas o desérticas y son propensas a propagarse en lugares abandonados. Llegan a medir un metro de altura y tienen espinas, tanto en el tallo como en las flores y hojas. Esta característica les permite protegerse contra los animales. Los cardos no dan frutos y, además, suelen ser secos.
Esta palabra es usada en la Biblia en un sentido literal, pero también metafórico. Sirve para ilustrar infertilidad, escasez, maldad y castigo. Así, podemos observar que en Génesis 3, cuando el hombre desobedeció a Dios y comió del árbol del bien y del mal, uno de los castigos fue evitar que nacieran plantas con frutos. En su lugar, solo brotarían cardos y Adán tendría ahora que ganarse el pan con el sudor de su frente (Génesis 3: 17-20).
Desde el punto de vista etimológico, la palabra “cardo” proviene del latín “cardus” que hace referencia a la planta en cuestión. Se tienen registros de ella desde tiempos antiguos, cuando gobernaban los romanos. El cardo es mencionado en la obra del escritor y militar Plinio, donde se puede comprobar que era común su cultivo.
Y aunque sus hojas pueden ser consumidas crudas o cocidas, no es una planta de la que se puedan extraer frutos, que son fuentes completas de nutrientes. Su uso hoy en día puede ser culinario, ya que se agrega a ciertas preparaciones en países como España. También se emplea para recetas caseras medicinales, como una hierba.
Cuando pensamos en qué son los Cardos según la Biblia, enseguida recurrimos al emblemático pasaje de Mateo 7: 15-20, donde Jesús menciona al “cardo” para referirse al hecho de que una persona pecadora, con un corazón malo, no puede generar acciones buenas: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.” En algunas traducciones se usa la palabra “abrojo” que vendría siendo sinónimo de “cardo”.
Última actualización: 11 diciembre, 2022
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de cardos:
Génesis 3:18
Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
Isaías 7:24
Con saetas y arco irán allá, porque toda la tierra será espinos y cardos.
Isaías 9:18
Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo.
Isaías 10:17
Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos.
Isaías 32:13
Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría.