La palabra "adivino" tiene un significado muy interesante en la Biblia. En el contexto bíblico, se refiere a una persona que pretende tener la capacidad de predecir el futuro y conocer lo desconocido. Sin embargo, esta práctica es considerada prohibida y condenada por Dios.
La palabra "adivino" proviene del latín "adivinare", que a su vez deriva de "divinare", que significa "divinar" o "predecir". En la Biblia, encontramos referencias a los adivinos en diferentes pasajes, especialmente en el Antiguo Testamento.
El origen de la práctica de la adivinación se remonta a tiempos antiguos, en los que las personas buscaban respuestas y orientación en situaciones difíciles o inciertas. A través de rituales, interpretación de señales o uso de objetos, los adivinos pretendían tener acceso a conocimientos ocultos y revelar el futuro.
En la Biblia, la adivinación es considerada una práctica pagana y espiritualmente peligrosa. Dios prohíbe a su pueblo involucrarse en la adivinación y advierte sobre los peligros que conlleva. En Levítico 19:26, Dios dice: "No practiquen la adivinación ni la hechicería." En Deuteronomio 18:10-12, también se prohíbe la adivinación y se mencionan otras formas de prácticas espirituales prohibidas: "No permitan que haya entre ustedes quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique la adivinación, ni la hechicería, ni haga conjuros ni consulte a los espíritus o a los muertos."
La adivinación también es condenada en el Nuevo Testamento. En Hechos 16:16-18, encontramos un ejemplo de confrontación entre el apóstol Pablo y una joven que tenía espíritu de adivinación. Pablo la liberó de ese espíritu, demostrando que la adivinación y la posesión de espíritus malignos están en contra de la voluntad de Dios.
La Biblia nos enseña que Dios es el único que conoce el futuro y tiene el poder de revelarlo. En Isaías 46:9-10, Dios dice: "Yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo. Desde el principio anuncio el fin, desde mucho tiempo atrás, lo que aún no ha sucedido. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que me plazca." Por lo tanto, buscar la adivinación o confiar en ella es una falta de fe y confianza en Dios.
En resumen, la palabra "adivino" en la Biblia se refiere a personas que pretenden tener la capacidad de predecir el futuro y conocer lo desconocido. Sin embargo, esta práctica es considerada prohibida y condenada por Dios. La adivinación es una práctica pagana y espiritualmente peligrosa. La Biblia nos enseña que Dios es el único que conoce el futuro y tiene el poder de revelarlo. Por lo tanto, confiar en la adivinación es una falta de fe y confianza en Dios.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de adivino:
Levítico 19:26
No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos.
Levítico 20:6
Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.
Deuteronomio 18:11
ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Jueces 9:37
Volvió Gaal a hablar, y dijo: He allí gente que desciende de en medio de la tierra, y una tropa viene por el camino de la encina de los adivinos.
1 Samuel 6:2
Entonces los filisteos, llamando a los sacerdotes y adivinos, preguntaron: ¿Qué haremos del arca de Jehová? Hacednos saber de qué manera la hemos de volver a enviar a su lugar.
1 Samuel 28:9
Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir?
2 Reyes 23:24
Persiste la ira de Jehová contra Judá Asimismo barrió Josías a los encantadores, adivinos y terafines, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa de Jehová.
Jeremías 29:8
Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis.
Daniel 2:27
Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey.
Daniel 5:7
El rey gritó en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; y dijo el rey a los sabios de Babilonia: Cualquiera que lea esta escritura y me muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de oro llevará en su cuello, y será el tercer señor en el reino.