La palabra "blanco" tiene un significado bíblico muy interesante y simbólico. En la Biblia, el término "blanco" se menciona en varios contextos y tiene diferentes connotaciones dependiendo del pasaje en el que se utilice.
En primer lugar, etimológicamente, la palabra "blanco" proviene del latín "blancus" que significa "brillante" o "resplandeciente". Esta raíz latina también está relacionada con el griego "leukos" que tiene un significado similar. Ambas palabras se refieren a la ausencia de color y a la pureza.
En la Biblia, el color blanco se asocia con la pureza, la santidad y la luz. Se menciona en varios pasajes tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento para representar diferentes conceptos espirituales.
En el Antiguo Testamento, el color blanco se asocia con la santidad de Dios y con la pureza ritual. Por ejemplo, en el libro de Éxodo, se describe cómo los sacerdotes debían vestir ropas blancas para realizar los rituales sagrados en el tabernáculo. Esto simbolizaba su pureza y su separación del mundo profano.
Además, en el libro de Daniel, se menciona cómo el cabello de Dios es blanco como la lana, lo cual representa su sabiduría y su pureza absoluta. Este pasaje muestra cómo el color blanco se utiliza para describir la divinidad y la perfección de Dios.
En el Nuevo Testamento, el color blanco se asocia con la resurrección y la vida eterna. En el libro de Apocalipsis, se menciona cómo los redimidos estarán vestidos con vestiduras blancas y serán considerados dignos de estar en la presencia de Dios. Esto simboliza su pureza y su salvación a través de Jesucristo.
Además, en el Evangelio de Mateo, se narra la transfiguración de Jesús en la montaña, donde su rostro resplandeció como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. Esto representa la gloria divina de Jesús y su conexión con Dios.
En resumen, el color blanco tiene un significado bíblico profundo y simbólico. Representa la pureza, la santidad, la luz y la divinidad. Se utiliza para describir a Dios, a los redimidos y a Jesucristo en diferentes contextos bíblicos. El color blanco nos recuerda la necesidad de buscar la pureza y la santidad en nuestra vida espiritual, y nos anima a vivir en la luz de la presencia de Dios.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de blanco:
Génesis 40:16
Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza.
Génesis 49:12
Sus ojos, rojos del vino, Y sus dientes blancos de la leche.
Éxodo 16:31
Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.
Levítico 13:21
Y si el sacerdote la considerare, y no apareciere en ella pelo blanco, ni fuere más profunda que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote le encerrará por siete días;
Levítico 13:25
el sacerdote la mirará; y si el pelo se hubiere vuelto blanco en la mancha, y esta pareciere ser más profunda que la piel, es lepra que salió en la quemadura; y el sacerdote lo declarará inmundo, por ser llaga de lepra.
Levítico 13:26
Mas si el sacerdote la mirare, y no apareciere en la mancha pelo blanco, ni fuere más profunda que la piel, sino que estuviere oscura, le encerrará el sacerdote por siete días.
Ester 1:6
El pabellón era de blanco, verde y azul, tendido sobre cuerdas de lino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol; los reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de pórfido y de mármol, y de alabastro y de jacinto.
Job 16:12
Próspero estaba, y me desmenuzó; Me arrebató por la cerviz y me despedazó, Y me puso por blanco suyo.
Eclesiastés 9:8
En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.
Cantares 5:10
Mi amado es blanco y rubio, Señalado entre diez mil.