Cautividad es un término que se encuentra en la Biblia y se refiere a la esclavitud, explotación y opresión de los pueblos por parte de otros. La Biblia contiene numerosas referencias a la cautividad, que se remontan al Antiguo Testamento. La palabra cautividad es de origen latino y proviene de la palabra captivus, que significa "apresar". La cautividad se refiere a la esclavitud, pero también tiene connotaciones espirituales, ya que se relaciona con la persecución y el sufrimiento de los pueblos por el poder de otros. En la Biblia, la cautividad se usa para referirse a la esclavitud de los israelitas bajo el gobierno del rey babilónico Nabucodonosor. Los israelitas fueron llevados a Babilonia como cautivos y mantenidos allí durante seis meses. La cautividad se usa también para referirse a la esclavitud de los judíos en Egipto durante el reinado de Faraón. La Biblia relata cómo Dios liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto, lo que representa una victoria sobre el poder opresor. La palabra cautividad también se usa para referirse a la esclavitud de los israelitas bajo el gobierno de los reyes de Asiria y Babilonia. Asimismo, se usa para referirse a la cautividad de los judíos en Babilonia, cuando fueron llevados allí por el rey Nabucodonosor.
En la Biblia, la cautividad es usada como una metáfora para representar la condición humana. Los israelitas fueron llevados a la cautividad como castigo por sus pecados, y la Biblia enfatiza la necesidad de arrepentimiento para ser liberados. La Biblia también se refiere a la cautividad como una forma de castigo divino para aquellos que se rebelan contra Dios. El Salmo 137 dice: "¡Oh, si nuestros pecados nos trajeran cautivos!...", lo que sugiere que el pecado lleva a la cautividad.
En la Biblia, la cautividad también se usa como una imagen de la condición de los seres humanos, que están cautivos bajo el pecado. La Biblia enseña que el único camino para salir de la esclavitud del pecado es a través de Jesucristo, quien murió para salvar a los pecadores y liberarlos de la esclavitud del pecado. La Biblia nos recuerda que Dios es el único que puede liberarnos de la cautividad y restaurar la esperanza a los que están en cautividad.
En conclusión, cautividad es un término bíblico que se refiere a la esclavitud, explotación y opresión de los pueblos por parte de otros. Además, se usa como una metáfora para representar la condición humana de estar cautivos bajo el pecado. La Biblia enseña que el único camino para salir de la esclavitud del pecado es a través de Jesucristo, quien murió para salvar a los pecadores y liberarlos de la esclavitud del pecado. A través de Jesús, Dios nos ofrece la oportunidad de recibir la libertad de la cautividad y restaurar la esperanza a los que están en cautividad.
Última actualización: 07 abril, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de cautividad:
2 Reyes 25:8
Cautividad de Judá(2 Cr. 36.17-21; Jer. 39.8-10; 52.12-30) En el mes quinto, a los siete días del mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia.
Esdras 3:8
Colocación de los cimientos del templo En el año segundo de su venida a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Salatiel, Jesúa hijo de Josadac y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén; y pusieron a los levitas de veinte años arriba para que activasen la obra de la casa de Jehová.
Esdras 6:20
Porque los sacerdotes y los levitas se habían purificado a una; todos estaban limpios, y sacrificaron la pascua por todos los hijos de la cautividad, y por sus hermanos los sacerdotes, y por sí mismos.
Jeremías 29:4
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia:
Jeremías 30:10
Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante.