Noé Significado Bíblico
Noé significado bíblico, Noé en la Biblia, significado de Noé.
El nombre de Noé en la Biblia significa
“descanso”. Deriva del hebreo
nuah. El nombre también podría significar
"consuelo". Puede parecer irónico porque la historia de Noé no implica ninguna de estas cosas. Al fin y al cabo, Dios inunda la tierra, y eso no parece un gran descanso o consuelo para sus habitantes. Pero tal vez este nombre nos recuerde el sentimiento que probablemente sintió la familia de Noé cuando por fin las aguas del diluvio se retiraron y Dios les consoló con un arco iris, recordándoles que nunca más volvería a inundar toda la tierra.
Noé fue un
siervo obediente de Dios en el Antiguo Testamento que encontró el favor de Dios en medio de un mundo pecador. Se le conoce sobre todo por haber construido un arca que le preservó a él y a su familia, así como a los representantes de todos los animales terrestres, de un gran diluvio que Dios desató como juicio sobre la tierra.
Cuando Dios vio lo malvado y corrupto que se había vuelto el hombre, se arrepintió de haberlo creado y decidió destruir a toda la humanidad (Génesis 6:7). Sin embargo, Dios favoreció a Noé porque vio que era
justo (Génesis 6:8). Dios le ordenó a Noé que construyera un arca para albergar y preservar a su familia, así como a todas las especies de animales terrestres machos y hembras, de su castigo de un diluvio sobre la tierra (Génesis 6:14-21). La lluvia cayó y las aguas subieron alrededor del arca durante 40 días, sin embargo, Noé y los demás habitantes permanecieron a salvo (Génesis 7:17-18).
Después de que una paloma que Noé había enviado regresara con una hoja de olivo (Génesis 8:11), estos únicos supervivientes del diluvio desembarcaron donde Dios bendijo a Noé y a sus hijos, animándoles a ser fructíferos y a multiplicarse (Génesis 9:1). También les ordenó que no comieran carne que aún tuviera sangre (Génesis 9:4), ni derramaran la sangre de sus semejantes (Génesis 9:5-6).
Además, Dios hizo un pacto con Noé y sus hijos, prometiendo no volver a destruirlos a ellos, a sus descendientes ni a ningún ser vivo mediante un diluvio (Génesis 9:9-11). Como muestra de su pacto, Dios puso un arco iris en las nubes para que sirviera de recordatorio de su promesa a todos los seres vivos de la tierra (Génesis 9:12-17).