La debilidad es un término que tiene un significado profundo en la Biblia. En muchos pasajes, se menciona la debilidad como una condición humana que nos muestra nuestra dependencia de Dios y nos lleva a buscar su fortaleza. La etimología de la palabra debilidad proviene del latín "debilitas", que significa falta de fuerza o vigor. Esta palabra tiene su origen en la raíz latina "debilis", que también se traduce como débil o frágil.
En la Biblia, la debilidad se presenta como una realidad inherente a la condición humana. A lo largo de las Escrituras, se nos enseña que todos somos débiles y necesitamos la fortaleza de Dios para enfrentar los desafíos de la vida. En el libro de los Salmos, el salmista reconoce su debilidad y clama a Dios: "Ten piedad de mí, oh Jehová, porque estoy débil" (Salmo 6:2).
La debilidad también se presenta como una oportunidad para experimentar el poder de Dios. En 2 Corintios 12:9, el apóstol Pablo declara: "Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo". Aquí, Pablo reconoce que su debilidad es una ocasión para que la gracia y el poder de Dios sean evidentes en su vida.
Otro pasaje relevante sobre la debilidad se encuentra en Isaías 40:29, donde se nos recuerda que Dios da fuerzas a los cansados y fortaleza a los débiles. Esta promesa de fortaleza divina nos anima a confiar en Dios en medio de nuestras debilidades y dificultades.
La debilidad en la Biblia también está relacionada con la humildad y la dependencia de Dios. En 1 Pedro 5:6, se nos exhorta a humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, reconociendo nuestra debilidad y confiando en su cuidado: "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo". Esta actitud de humildad y dependencia nos permite experimentar la gracia y el poder de Dios en nuestras vidas.
En resumen, la debilidad en la Biblia es una condición humana que nos muestra nuestra necesidad de la fortaleza divina. Reconocer nuestra debilidad nos lleva a buscar a Dios en busca de su gracia y poder. A través de nuestras debilidades, podemos experimentar el cuidado y la fortaleza que solo Dios puede brindar. En lugar de evitar nuestras debilidades, debemos abrazarlas y confiar en que Dios nos fortalecerá en medio de ellas.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de debilidad:
Proverbios 14:28
En la multitud del pueblo está la gloria del rey; Y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe.
Isaías 10:16
Por esto el Señor, Jehová de los ejércitos, enviará debilidad sobre sus robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como ardor de fuego.
Jeremías 47:3
Por el sonido de los cascos de sus caballos, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas, los padres no cuidaron a los hijos por la debilidad de sus manos;
Romanos 8:26
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
1 Corintios 2:3
Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
1 Corintios 15:43
Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
2 Corintios 12:10
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 13:4
Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.
Hebreos 5:2
para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad;
Hebreos 7:18
Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia