La palabra jamás es de origen español y proviene del latín "iam magis", que significa "ya más". En la Biblia, esta palabra se utiliza para expresar la negación o la imposibilidad de una situación o evento en el futuro. Es un término que denota una negación absoluta y definitiva, sin posibilidad de cambiar o revertir la situación.
En la Biblia, la palabra jamás se encuentra en varios pasajes que enfatizan la certeza y la inmutabilidad de las promesas de Dios. Por ejemplo, en el libro de Isaías 43:13, se dice: "Aun antes de que haya día, yo soy; nadie puede librar de mi mano. Lo que hago, jamás será deshecho". En este versículo, la palabra jamás se utiliza para enfatizar la inmutabilidad de las obras de Dios y su poder para llevar a cabo sus propósitos.
Otro ejemplo se encuentra en el Salmo 89:35, donde se dice: "Una vez juré por mi santidad, y no mentiré a David. Su descendencia permanecerá para siempre; su trono, como el sol delante de mí. Será establecido para siempre como la luna, el testigo fiel en el cielo". Aquí, la palabra jamás se utiliza para expresar la eternidad de la descendencia de David y la permanencia de su trono.
En la narrativa bíblica, la palabra jamás también se utiliza para describir la destrucción total y definitiva de ciudades o naciones. Por ejemplo, en Jeremías 49:18, se dice: "Como en Sodoma y Gomorra y en sus ciudades vecinas, dice Jehová, no habitará nadie, ni morará allí hijo de hombre". Aquí, la palabra jamás se utiliza para enfatizar la completa desolación y la imposibilidad de que alguien vuelva a habitar esas ciudades.
En resumen, la palabra jamás en la Biblia denota una negación absoluta y definitiva, y se utiliza para enfatizar la inmutabilidad de las promesas de Dios, la eternidad de su obra y la destrucción total de ciudades o naciones. Es un término que transmite certeza y seguridad en el cumplimiento de las promesas divinas.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de jamás:
1 Samuel 3:14
Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.
1 Reyes 2:4
para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.
2 Crónicas 9:19
Había también allí doce leones sobre las seis gradas, a uno y otro lado. Jamás fue hecho trono semejante en reino alguno.
Esdras 9:12
Ahora, pues, no daréis vuestras hijas a los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis jamás su paz ni su prosperidad; para que seáis fuertes y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos para siempre.
Nehemías 13:1
Reformas de Nehemías Aquel día se leyó en el libro de Moisés, oyéndolo el pueblo, y fue hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios,
Job 21:25
Y este otro morirá en amargura de ánimo, Y sin haber comido jamás con gusto.
Salmos 10:6
Dice en su corazón: No seré movido jamás; Nunca me alcanzará el infortunio.
Salmos 71:1
Oración de un anciano En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás.
Salmos 112:6
Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo.
Proverbios 30:16
El Seol, la matriz estéril, La tierra que no se sacia de aguas, Y el fuego que jamás dice: ¡Basta!