En la Biblia, la palabra "grosura" tiene un significado especial y se menciona en varios pasajes. La palabra "grosura" proviene del término hebreo "shelem", que se traduce como "grasa" o "lo mejor". En el contexto bíblico, la grosura representa la parte más valiosa y rica de una ofrenda o sacrificio.
En el Antiguo Testamento, la grosura se asociaba con la abundancia y la bendición. Se consideraba como una parte sagrada que debía ser ofrecida a Dios como una muestra de gratitud y adoración. En muchos casos, la grosura se quemaba en el altar como una ofrenda agradable a los ojos de Dios.
Uno de los primeros pasajes en los que se menciona la grosura es en Génesis 4:3-5, donde Caín y Abel presentan ofrendas a Dios. Abel ofrece las "primicias de su rebaño y de la grosura de ellos", mientras que Caín ofrece "del fruto de la tierra". Dios acepta la ofrenda de Abel, pero rechaza la de Caín, lo que indica que la grosura era valorada y considerada como una ofrenda más aceptable.
En Levítico 3:16-17, se establecen las instrucciones para las ofrendas de paz. Se menciona que la persona que ofrece la ofrenda debe quemar "toda la grosura que está sobre las entrañas, y toda la grosura que está sobre las entrañas, y los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, que está junto a los ijares; y la grosura del hígado, con los riñones, la quitará". Estas instrucciones indican la importancia de la grosura como una parte esencial de la ofrenda.
En diversos pasajes, la grosura se menciona como parte de los sacrificios y ofrendas ofrecidos en el templo. Por ejemplo, en Levítico 7:23-25 se establece que "ninguna grosura de buey, ni de cordero, ni de cabra se comerá". Esto muestra que la grosura era reservada exclusivamente para ser quemada como ofrenda a Dios.
En el Nuevo Testamento, el concepto de la grosura se menciona en el contexto de la gracia y la abundancia de Dios. En Efesios 3:20, se dice que Dios es capaz de hacer "mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros". Esta referencia a la abundancia de Dios puede ser entendida como una alusión a la grosura, como la parte más valiosa y rica de una ofrenda.
En resumen, la grosura en la Biblia representa la parte más valiosa y rica de una ofrenda o sacrificio. Se considera sagrada y se ofrece como una muestra de gratitud y adoración a Dios. La grosura está asociada con la abundancia y la bendición, y se quema en el altar como una ofrenda agradable a los ojos de Dios. En el contexto del Nuevo Testamento, la grosura también puede simbolizar la gracia y la abundancia de Dios en nuestras vidas.
Última actualización: 30 junio, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de grosura:
Génesis 27:39
Entonces Isaac su padre habló y le dijo: He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba;
Éxodo 23:18
No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.
Éxodo 29:13
Tomarás también toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura de sobre el hígado, los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y lo quemarás sobre el altar.
Levítico 3:3
Luego ofrecerá del sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas,
Levítico 3:14
Después ofrecerá de ella su ofrenda encendida a Jehová; la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas,
Levítico 3:16
Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda es de ofrenda que se quema en olor grato a Jehová; toda la grosura es de Jehová.
Levítico 3:17
Estatuto perpetuo será por vuestras edades, dondequiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis.
Levítico 4:35
Y le quitará toda su grosura, como fue quitada la grosura del sacrificio de paz, y el sacerdote la hará arder en el altar sobre la ofrenda encendida a Jehová; y le hará el sacerdote expiación de su pecado que habrá cometido, y será perdonado.
Levítico 7:3
Y de ella ofrecerá toda su grosura, la cola, y la grosura que cubre los intestinos,
Levítico 7:23
Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis.