La palabra "consejero" tiene un significado bíblico sumamente relevante y profundo. En la Biblia, esta palabra aparece en diferentes contextos y se utiliza para representar a Dios como el dador de sabios consejos y como el guía supremo en la toma de decisiones. Su etimología y origen también están relacionados con la idea de recibir y dar consejos.
El término "consejero" deriva del latín "consiliarius", que a su vez proviene del verbo "consulere", que significa "reflexionar" o "consultar". En su origen, esta palabra estaba asociada a la acción de buscar y recibir consejos de personas sabias y experimentadas. A lo largo de la historia, la palabra "consejero" ha adquirido un significado más amplio y se utiliza para describir a alguien que brinda orientación y consejos en diferentes áreas de la vida.
En la Biblia, el término "consejero" se utiliza en varios pasajes para referirse a Dios. En el libro de Isaías, por ejemplo, se describe a Dios como "el Príncipe de paz, el Padre eterno, el Dios fuerte, el Consejero admirable" (Isaías 9:6). Esta descripción revela que Dios no solo es el dador de consejos sabios, sino que también es alguien a quien podemos acudir en busca de orientación y dirección en nuestras vidas.
Además, en el libro de Salmos se menciona que Dios nos guía con su consejo y nos da entendimiento. En el Salmo 73:24 se dice: "Con tu consejo me guiarás, y después me recibirás en gloria". Esto nos muestra que Dios no solo nos da consejos, sino que también nos guía en el camino correcto y nos acompaña en nuestras decisiones.
Otro pasaje relevante donde se utiliza la palabra "consejero" es en el libro de Proverbios. En Proverbios 15:22 se dice: "Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman". Esta enseñanza nos muestra la importancia de buscar y escuchar consejos sabios de personas experimentadas, pero también nos recuerda que el mejor consejero es Dios mismo.
En resumen, el término "consejero" en la Biblia representa a Dios como el dador de sabios consejos y como el guía supremo en la toma de decisiones. Su etimología y origen están relacionados con la idea de recibir y dar consejos. En diferentes pasajes bíblicos se destaca la importancia de buscar consejos sabios, pero también se enfatiza que Dios es el mejor consejero al que podemos acudir. Así que, en nuestras vidas, debemos buscar la sabiduría divina y confiar en Dios como nuestro consejero supremo.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de consejero:
2 Samuel 15:12
Y mientras Absalón ofrecía los sacrificios, llamó a Ahitofel gilonita, consejero de David, de su ciudad de Gilo. Y la conspiración se hizo poderosa, y aumentaba el pueblo que seguía a Absalón.
1 Crónicas 26:14
Y la suerte para la del oriente cayó a Selemías. Y metieron en las suertes a Zacarías su hijo, consejero entendido; y salió la suerte suya para la del norte.
1 Crónicas 27:32
Y Jonatán tío de David era consejero, varón prudente y escriba; y Jehiel hijo de Hacmoni estaba con los hijos del rey.
2 Crónicas 25:16
Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso. ¿Por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste mi consejo.
Job 3:14
Con los reyes y con los consejeros de la tierra, Que reedifican para sí ruinas;
Job 12:17
Él hace andar despojados de consejo a los consejeros, Y entontece a los jueces.
Isaías 3:3
el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero, el artífice excelente y el hábil orador.
Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Jeremías 52:25
Y de la ciudad tomó a un oficial que era capitán de los hombres de guerra, a siete hombres de los consejeros íntimos del rey, que estaban en la ciudad, y al principal secretario de la milicia, que pasaba revista al pueblo de la tierra para la guerra, y sesenta hombres del pueblo que se hallaron dentro de la ciudad.
Daniel 3:2
Y envió el rey Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.