La limosna es una práctica muy común en la religión cristiana y tiene un significado muy profundo en la Biblia. La palabra «limosna» proviene del latín «limosina» y significa «dar a los necesitados». En la Biblia, se menciona la limosna en varias ocasiones y se le da mucha importancia, ya que es una forma de ayudar a los más necesitados. A lo largo de este artículo, conoceremos más a fondo el significado bíblico de la limosna.
La limosna es una forma de caridad que consiste en dar algo a alguien que lo necesita. En la Biblia, se menciona la limosna como una práctica que debe ser realizada con humildad y sin esperar nada a cambio. La limosna no solo se refiere a dar dinero, sino que también se puede dar comida, ropa, alojamiento o cualquier otra cosa que pueda ayudar a los necesitados.
En la Biblia, la limosna se menciona en varios pasajes. Uno de los más conocidos es el que se encuentra en el Nuevo Testamento, en el libro de Mateo, capítulo 6, versículo 2-4:
«Así que, cuando des limosna, no lo hagas delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para ser honrados por los demás. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero cuando tú des limosna, no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará abiertamente».
Este pasaje nos dice que debemos dar limosna sin esperar nada a cambio y con humildad. La limosna no debe ser una forma de llamar la atención o de ser visto como una persona generosa, sino que debe ser un acto de amor hacia los demás.
Otro pasaje que habla de la limosna se encuentra en el libro de Proverbios, capítulo 19, versículo 17:
«El que tiene misericordia del pobre presta al Señor, y Él le recompensará por su obra».
Este pasaje nos dice que cuando damos limosna a los necesitados, estamos haciendo una obra para el Señor y Él nos recompensará por ello. Es importante tener en cuenta que la recompensa no siempre será material, sino que también puede ser espiritual.
En la Biblia, se menciona la humildad como una virtud muy importante. La limosna es una forma de practicar la humildad, ya que nos hace darnos cuenta de que hay personas que necesitan nuestra ayuda y que somos capaces de proporcionársela. Además, la limosna nos ayuda a ser agradecidos por lo que tenemos y a no darlo por sentado.
En el libro de Lucas, capítulo 18, versículo 9-14, se cuenta la parábola del fariseo y el publicano:
«También les dijo esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces por semana, doy diezmos de todo lo que poseo”. Pero el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “Dios, sé propicio a mí, pecador”. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el fariseo; porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de limosna:
Mateo 6:1
Jesús y la limosna Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 6:3
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
Mateo 6:4
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Lucas 11:41
Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.
Hechos 3:2
Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
Hechos 3:3
Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Hechos 3:10
Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
Hechos 10:2
piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
Hechos 10:4
Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
Hechos 24:17
Pero pasados algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas.