La palabra "once" tiene un significado interesante en el contexto bíblico. En la Biblia, la palabra "once" se utiliza en diversas ocasiones y con diferentes connotaciones. Su etimología y origen también son dignos de explorar para comprender completamente su significado en este contexto.
La palabra "once" proviene del latín "undecim", que a su vez se deriva del griego "hendeka". En ambos idiomas, "once" simplemente significa el número 11. Sin embargo, en la Biblia, esta palabra adquiere un significado simbólico y espiritual más profundo.
En la Biblia, la palabra "once" se menciona en varios pasajes, y se utiliza para representar la idea de completitud y perfección. Esta idea se basa en el hecho de que el número 11 es el número después del 10, que se considera un número perfecto y completo en muchas culturas y religiones.
Además, la palabra "once" también está asociada con la idea de transición y cambio. En la Biblia, se utiliza en situaciones en las que se produce un cambio o una renovación. Por ejemplo, en el libro de Génesis, se menciona que Abraham tenía "once" hermanos, lo que indica un cambio en su vida y el inicio de una nueva historia.
Otro ejemplo interesante del uso de la palabra "once" en la Biblia es en el libro de Apocalipsis. En este libro, se menciona que hay "once" puertas en la Nueva Jerusalén, lo que indica una invitación abierta y completa a todos los creyentes.
En resumen, en el contexto bíblico, la palabra "once" adquiere un significado simbólico y espiritual más allá de su simple definición como el número 11. Representa la idea de completitud, perfección, transición y cambio. Su origen etimológico en el latín y el griego también destaca su conexión con estas ideas. A través de su uso en la Biblia, la palabra "once" nos invita a reflexionar sobre la importancia de los momentos de cambio y renovación en nuestras vidas y a reconocer la plenitud y la perfección en nuestra relación con lo divino.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de once:
Éxodo 26:8
La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas.
Éxodo 36:14
Hizo asimismo cortinas de pelo de cabra para una tienda sobre el tabernáculo; once cortinas hizo.
Éxodo 36:15
La longitud de una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos; las once cortinas tenían una misma medida.
Números 29:20
El día tercero, once becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
Deuteronomio 1:2
Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea.
Josué 15:51
Gosén, Holón y Gilo; once ciudades con sus aldeas.
2 Reyes 24:18
Reinado de Sedequías(2 Cr. 36.11-16; Jer. 52.1-3) De veintiún años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. El nombre de su madre fue Hamutal hija de Jeremías, de Libna.
2 Crónicas 36:5
Reinado de Joacim(2 R. 23.36—24.7) Cuando comenzó a reinar Joacim era de veinticinco años, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios.
Jeremías 52:1
Reinado de Sedequías(2 R. 24.18-20; 2 Cr. 36.11-16) Era Sedequías de edad de veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías de Libna.
Marcos 16:14
Jesús comisiona a los apóstoles(Mt. 28.16-20; Lc. 24.36-49; Jn. 20.19-23) Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.