En la Biblia, el término enaltecer se refiere a elevar, exaltar o glorificar a alguien o algo. Tiene un significado espiritual y trascendental, y se utiliza en diferentes contextos para describir el acto de reconocer y honrar a Dios, así como para expresar admiración y reverencia hacia Él.
La palabra "enaltecer" tiene su origen en el latín "inaltiare", que significa "elevar" o "exaltar". En el contexto bíblico, el término se deriva principalmente del hebreo "rum", que también significa "elevar". Esta palabra hebrea se utiliza en la Biblia para describir la acción de exaltar a Dios y reconocer su grandeza.
En el Antiguo Testamento, encontramos varios pasajes donde se menciona el concepto de enaltecer a Dios. Por ejemplo, en el Salmo 30:1-4 se dice: "Te enalteceré, oh Jehová, porque me has enaltecido; y no has permitido que mis enemigos se regocijen sobre mí. Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste. Oh Jehová, sacaste mi alma del Seol; me has hecho revivir, para que no descendiese a la sepultura. Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad". En este pasaje, el salmista expresa su gratitud y alabanza a Dios por su protección y sanidad.
Otro ejemplo se encuentra en el libro de Isaías, en el capítulo 25, versículo 1: "Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza". Aquí, el profeta Isaías declara su intención de exaltar y alabar a Dios por sus maravillas y su fidelidad.
En el Nuevo Testamento, el concepto de enaltecer también está presente. En el libro de Filipenses, capítulo 2, versículos 9 al 11, se nos dice: "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre". Aquí, se habla de la exaltación de Jesús y la importancia de reconocer su señorío.
Enaltecer a Dios implica reconocer su grandeza, alabar su nombre y rendirle reverencia. Es un acto de humildad y adoración, donde nos sometemos a su autoridad y reconocemos su poder. También implica reconocer nuestras limitaciones y dependencia de Él.
Además de enaltecer a Dios, la Biblia también nos enseña a enaltecer a otros. En el libro de Proverbios, capítulo 27, versículo 2, se nos dice: "Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos". Aquí, se nos insta a reconocer y elogiar las virtudes y cualidades de los demás, en lugar de buscar nuestra propia gloria.
En resumen, enaltecer en el contexto bíblico significa elevar, exaltar y glorificar a Dios, reconociendo su grandeza y rindiéndole reverencia. También implica reconocer y elogiar las virtudes y cualidades de los demás. Es un concepto fundamental en la vida espiritual y nos invita a humillarnos ante Dios y reconocer su soberanía.
Última actualización: 30 junio, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de enaltecer:
Éxodo 15:2
Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Números 24:7
De sus manos destilarán aguas, Y su descendencia será en muchas aguas; Enaltecerá su rey más que Agag, Y su reino será engrandecido.
Proverbios 30:32
Si neciamente has procurado enaltecerte, O si has pensado hacer mal, Pon el dedo sobre tu boca.
Oseas 11:7
Entre tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí; aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente me quiere enaltecer.