La palabra "compadecer" es de gran importancia en el contexto bíblico y tiene un significado profundo y trascendental. En la Biblia, compadecer se refiere a la capacidad de sentir empatía y compasión por los demás, especialmente por aquellos que están sufriendo o pasando por momentos difíciles. Es un término que implica un sentido de misericordia y solidaridad hacia quienes están experimentando dolor, tristeza o adversidad.
La etimología de la palabra compadecer proviene del latín "compati", que significa "sentir con". Esta raíz latina nos da una idea clara de su significado: compartir el sufrimiento o las dificultades de otros. En la Biblia, encontramos numerosas referencias al acto de compadecer y cómo Dios nos enseña a ser compasivos con nuestros semejantes.
El origen de la palabra compadecer en la Biblia se remonta a los escritos del Antiguo Testamento, donde se menciona en varios pasajes. Por ejemplo, en el libro del Éxodo (34:6), se describe a Dios como "el Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad". Aquí vemos cómo la compasión es una característica intrínseca de la naturaleza divina.
Otro pasaje relevante se encuentra en el libro de los Salmos (103:13), donde se dice: "Como el padre se compadece de los hijos, se compadece el Señor de los que le temen". Esta comparación entre la compasión de un padre y la de Dios nos muestra cómo el acto de compadecer está arraigado en el amor paternal y en la relación íntima entre el Creador y sus hijos.
En el Nuevo Testamento, Jesús es el modelo supremo de compasión. A lo largo de su ministerio terrenal, Jesús mostró una profunda compasión hacia los enfermos, los pobres y los marginados. En varias ocasiones, se nos dice que Jesús "se compadeció" de las multitudes y sanó a los enfermos (Mateo 14:14; Marcos 1:41; Lucas 7:13). Su compasión no solo se manifestaba en acciones concretas, sino también en su disposición a escuchar y consolar a quienes se acercaban a él en busca de ayuda.
La compasión también es destacada en las enseñanzas de Jesús, como en la parábola del buen samaritano (Lucas 10:30-37). En esta historia, Jesús nos muestra que el verdadero amor al prójimo implica compadecerse y actuar en beneficio de aquellos que están en necesidad, sin importar su origen étnico o religioso.
Es importante destacar que la compasión no es solo un sentimiento pasivo, sino que implica una respuesta activa. En la Biblia, se nos anima a "compadecernos los unos de los otros" (Efesios 4:32) y a "llevar las cargas los unos de los otros" (Gálatas 6:2). La compasión no solo implica sentir empatía por el sufrimiento ajeno, sino también estar dispuesto a actuar y ayudar de manera práctica.
En resumen, la palabra compadecer en la Biblia implica sentir empatía y compasión por los demás, especialmente por aquellos que están sufriendo. Su etimología nos muestra que compadecer implica "sentir con" aquellos que están pasando por dificultades. A lo largo de las Escrituras, vemos cómo Dios es compasivo y nos llama a seguir su ejemplo, mostrando compasión hacia los demás. Jesús es el modelo supremo de compasión y nos enseña a amar y servir a los demás con un corazón compasivo. La compasión no es solo un sentimiento, sino una respuesta activa que nos impulsa a ayudar a quienes están en necesidad.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de compadecer:
Deuteronomio 13:8
no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás,
Deuteronomio 19:13
No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
Deuteronomio 19:21
Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Salmos 135:14
Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y se compadecerá de sus siervos.
Isaías 27:11
Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.
Isaías 49:15
¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
Oseas 1:6
Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.
Nahúm 3:7
Todos los que te vieren se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada; ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?
Romanos 9:15
Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.