La palabra "rostro" tiene un significado muy importante en la Biblia, ya que representa la imagen o apariencia física de una persona. En el contexto bíblico, el rostro se considera como una expresión de la personalidad, los sentimientos y las emociones de una persona.
La etimología de la palabra "rostro" proviene del latín "rostrum", que significa "nariz". Esto se debe a que en la antigüedad, el rostro se asociaba principalmente con la nariz, ya que era considerada como una característica distintiva de cada individuo.
En la Biblia, el rostro se menciona en numerosas ocasiones, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, en el libro de Génesis se menciona que Dios creó al hombre "a su imagen y semejanza", lo que implica que el rostro de Dios refleja su carácter divino y su perfección.
Además, en el libro de los Salmos se menciona en varias ocasiones la frase "buscar el rostro de Dios", lo cual significa buscar una relación íntima y cercana con Él. Esto implica tener un encuentro personal con Dios, conocer su voluntad y experimentar su presencia en nuestra vida.
En el contexto bíblico, el rostro también se asocia con las emociones humanas. Por ejemplo, en el libro de Job se menciona que "el rostro de Job estaba lleno de angustia", lo que indica que su apariencia física reflejaba su sufrimiento y dolor emocional.
Otro ejemplo es el relato del rostro de Moisés en el monte Sinaí, cuando recibió los Diez Mandamientos. Según la Biblia, su rostro resplandecía de tal manera que tuvo que cubrirlo con un velo, ya que los israelitas no podían soportar la gloria de Dios reflejada en su rostro.
En el Nuevo Testamento, el rostro de Jesús también adquiere un significado especial. Por ejemplo, en el evangelio de Mateo se menciona que Jesús "ponía su rostro hacia Jerusalén", lo que simboliza su determinación y propósito de cumplir la voluntad de Dios hasta el final, incluso sabiendo que sería crucificado.
En resumen, el rostro en la Biblia representa la imagen física de una persona, así como sus emociones y su relación con Dios. Es un reflejo de la personalidad y el carácter de cada individuo, y está intrínsecamente relacionado con su espiritualidad y su conexión con lo divino.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de rostro:
Génesis 3:19
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Génesis 17:17
Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?
Génesis 33:10
Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido.
Génesis 43:31
Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: Poned pan.
Génesis 44:26
Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos ver el rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el menor.
Génesis 48:11
Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también a tu descendencia.
Génesis 50:1
Entonces se echó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó.
Éxodo 3:6
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Éxodo 10:10
Y él les dijo: ¡Así sea Jehová con vosotros! ¿Cómo os voy a dejar ir a vosotros y a vuestros niños? ¡Mirad cómo el mal está delante de vuestro rostro!
Éxodo 10:29
Y Moisés respondió: Bien has dicho; no veré más tu rostro.