El término "carnal" es una palabra que se encuentra en la Biblia y tiene un significado muy relevante dentro del contexto religioso. En su origen etimológico, la palabra "carnal" proviene del latín "carnalis", que se refiere a todo lo relacionado con la carne. En el contexto bíblico, el término "carnal" se utiliza para describir una actitud o comportamiento que está impulsado por los deseos y placeres terrenales, en contraposición a lo espiritual.
En la Biblia, la palabra "carnal" se menciona en diferentes contextos y con distintas connotaciones. En el Nuevo Testamento, específicamente en las cartas del apóstol Pablo, se utiliza para referirse a aquellos que viven bajo la influencia de la naturaleza pecaminosa, en contraposición a los que viven bajo la influencia del Espíritu Santo.
El apóstol Pablo utiliza el término "carnal" para describir a aquellos que viven de acuerdo a los deseos de la carne y no están guiados por los principios espirituales. En la carta a los Romanos, Pablo explica que la mente carnal está enemistada con Dios, ya que no se somete a la ley de Dios y no puede agradar a Dios. En cambio, aquellos que viven según el Espíritu, tienen la mente puesta en las cosas del Espíritu y experimentan vida y paz.
En otras ocasiones, la palabra "carnal" se utiliza para referirse a las relaciones sexuales fuera del matrimonio o a la lujuria desmedida. En la carta a los Gálatas, Pablo menciona que las obras de la carne son evidentes, y entre ellas se encuentran la inmoralidad sexual, la impureza y la disolución. En este contexto, el término "carnal" se utiliza para describir los deseos y acciones que se apartan de los mandamientos de Dios.
Es importante destacar que el término "carnal" no implica necesariamente que todo lo relacionado con el cuerpo o la carne sea malo. La Biblia también habla de la importancia de cuidar nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo. Sin embargo, cuando el término "carnal" se utiliza en un sentido negativo, se refiere a todo aquello que nos aleja de una relación íntima con Dios y nos lleva a vivir según nuestros propios deseos y placeres.
En resumen, la palabra "carnal" en la Biblia se refiere a una actitud o comportamiento que está impulsado por los deseos y placeres terrenales, en contraposición a lo espiritual. Se utiliza para describir a aquellos que viven bajo la influencia de la naturaleza pecaminosa y no están guiados por los principios espirituales. A través de las enseñanzas del apóstol Pablo, se nos exhorta a vivir según el Espíritu y a apartarnos de los deseos de la carne que nos alejan de Dios.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de carnal:
Levítico 18:20
Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.
Números 31:17
Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
Ezequiel 23:20
Y se enamoró de sus rufianes, cuya lujuria es como el ardor carnal de los asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos.
1 Corintios 3:1
Colaboradores de Dios De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
1 Corintios 3:3
porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
1 Corintios 3:4
Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
2 Corintios 10:4
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
Colosenses 2:11
En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
Colosenses 2:18
Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
1 Pedro 2:11
Vivid como siervos de Dios Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,