Intemperancia Significado Bíblico

La intemperancia es un tema recurrente en la Biblia, y se refiere a la falta de autocontrol y moderación en la conducta humana. Esta palabra proviene del latín "intemperantia" que significa "falta de moderación" o "exceso". En la Biblia, se utiliza para describir comportamientos que van en contra de la voluntad de Dios y que pueden llevar a consecuencias negativas tanto para uno mismo como para los demás.

El origen de la intemperancia se remonta al relato bíblico de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Dios les había dado todo lo que necesitaban para vivir, excepto el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Eva, tentada por la serpiente, desobedeció a Dios y comió del fruto prohibido, y luego convenció a Adán de hacer lo mismo. Este acto de intemperancia llevó a la caída del hombre y al inicio del pecado en el mundo.

En la Biblia, se hace referencia a la intemperancia en varios pasajes. Por ejemplo, en Proverbios 23:29-35 se habla de los peligros del alcoholismo y la embriaguez: "¿Para quién será el ay, para quién el dolor, para quién las rencillas, para quién las quejas, para quién las heridas en balde, para quién los ojos enrojecidos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura". En Gálatas 5:19-21, se mencionan los frutos de la carne, entre los cuales se incluyen la intemperancia: "Las obras de la carne son manifiestas, las cuales son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas".

La intemperancia puede manifestarse de muchas formas, no sólo en el consumo excesivo de alcohol o drogas, sino también en el exceso de comida, en la lujuria, en la ira descontrolada, en la codicia, en la envidia, entre otros. Todos estos comportamientos van en contra de la voluntad de Dios y pueden llevar a consecuencias negativas para uno mismo y para los demás.

La Biblia también habla de la importancia del autocontrol y la moderación. En 1 Corintios 9:25-27, el apóstol Pablo compara la vida cristiana con una carrera, y dice: "Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado". En Gálatas 5:22-23, se habla del fruto del Espíritu, que incluye el autocontrol: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".

En resumen, la intemperancia es un comportamiento que va en contra de la voluntad de Dios y que puede tener consecuencias negativas para uno mismo y para los demás. La Biblia habla de la importancia del autocontrol y la moderación, y nos exhorta a evitar comportamientos que nos alejen de Dios y de su voluntad. Al practicar el autocontrol y la moderación, podemos vivir una vida que honre a Dios y que nos lleve a crecer espiritualmente.

Última actualización: 13 mayo, 2023