Ayo Significado Bíblico

El ayo en la Biblia es una especie de custodio. En tiempos de la Antigua Grecia el ayo era un esclavo de confianza para las familias, el cual se encargaba del cuidado de los niños. Los acompañaba a la escuela, los vigilaba y corregía si era necesario durante la jornada.

Según la Biblia, el ayo es más bien como un guarda y custodio que nos guía y acompaña para alcanzar determinado fin. “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.” (Gálatas 3:24). Esto hace referencia a la ley Mosaica.

En cuanto su significado etimológico, “ayo” proviene del gótico “hagja” que quería decir “guardia”. Para entender qué es el ayo en la Biblia, es aconsejable conservar el sentido etimológico. Cuando se nos habla de la ley mosaica como nuestro ayo, se nos está queriendo decir que esta era sumamente necesaria para guiar y cuidar nuestra conducta. En sí misma la ley nos da a entender que necesitamos de un salvador, pues reconoce que somos pecadores y los castigos que derivan de nuestros pecados son terribles.

La ley nos aportó una guía de comportamiento y nos hizo comprender la naturaleza pecaminosa que hay en nosotros, mientras llegaba Jesús y se creaba el Nuevo Pacto. Jesús, pues, asumió la maldición de la ley, las consecuencias de nuestras atrocidades del pasado y la dio por terminada.

Gracias a Cristo pudimos renacer a una nueva vida y es la prueba de la compasión de Dios, que nos regaló la salvación. Es por eso que hoy en día los cristianos deben vivir apegados al modelo de Cristo, ya que han nacido nuevamente y así serán salvos en el final de los tiempos. "el fin de la ley es Cristo,...a todo aquel que cree" (Romanos 10:4).

Última actualización: 14 marzo, 2022

Versículos de Ayo

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de ayo:

2 Reyes 10:1 Jehú extermina la casa de Acab Tenía Acab en Samaria setenta hijos; y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria a los principales de Jezreel, a los ancianos y a los ayos de Acab, diciendo:

2 Reyes 10:5 Y el mayordomo, el gobernador de la ciudad, los ancianos y los ayos enviaron a decir a Jehú: Siervos tuyos somos, y haremos todo lo que nos mandes; no elegiremos por rey a ninguno, haz lo que bien te parezca.

Isaías 49:23 Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí.

1 Corintios 4:15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

Gálatas 3:24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.

Gálatas 3:25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,