La purificación es un concepto profundamente arraigado en la Biblia, y se refiere a la acción de limpiar o purificar algo de impurezas o pecado. Esta palabra tiene una etimología interesante, ya que proviene del latín "purificatio", que a su vez deriva del griego "katharsis". En ambos casos, la palabra hace referencia a la limpieza o purificación de algo.
En la Biblia, la purificación tiene un significado espiritual y simbólico. Se utiliza para describir el proceso de limpiar el alma o el espíritu de pecado, y restablecer una relación correcta con Dios. La purificación se lleva a cabo a través de diversos rituales y acciones, como el lavado con agua, la ofrenda de sacrificios o la observancia de ciertos preceptos religiosos.
Uno de los pasajes más conocidos que habla de la purificación se encuentra en el libro de Levítico, en el Antiguo Testamento. En este libro, se detallan los rituales y ceremonias que el pueblo de Israel debía seguir para purificarse de sus pecados y mantener una relación adecuada con Dios. Estos rituales incluían baños rituales, el uso de incienso y la ofrenda de sacrificios, entre otros.
En el Nuevo Testamento, Jesús también habla de la purificación en varias ocasiones. Por ejemplo, en el evangelio de Mateo, Jesús habla sobre la importancia de la pureza de corazón y cómo esto afecta nuestra relación con Dios. En Mateo 5:8, Jesús dice: "Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios". Aquí, Jesús nos enseña que la purificación no solo es externa, sino que también debe ser interna, en nuestros corazones y pensamientos.
Además, Jesús realiza varios milagros de purificación en los evangelios, como la curación de leprosos y la expulsión de demonios. Estos milagros físicos también tienen un significado espiritual, ya que simbolizan la capacidad de Jesús para limpiar y purificar nuestras vidas del pecado y la impureza.
En resumen, la purificación en la Biblia es un concepto espiritual y simbólico que se refiere a la limpieza del alma o el espíritu de pecado. A través de rituales y acciones específicas, podemos purificarnos y restablecer una relación correcta con Dios. Este concepto es fundamental en la fe cristiana y nos enseña la importancia de mantener una vida de pureza y rectitud.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de purificación:
Levítico 12:1
La purificación de la mujer después del parto Habló Jehová a Moisés, diciendo:
Levítico 12:4
Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación.
Levítico 13:35
Pero si la tiña se hubiere ido extendiendo en la piel después de su purificación,
Números 19:9
Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de purificación; es una expiación.
Números 19:13
Todo aquel que tocare cadáver de cualquier persona, y no se purificare, el tabernáculo de Jehová contaminó, y aquella persona será cortada de Israel; por cuanto el agua de la purificación no fue rociada sobre él, inmundo será, y su inmundicia será sobre él.
1 Crónicas 23:28
Y estaban bajo las órdenes de los hijos de Aarón para ministrar en la casa de Jehová, en los atrios, en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la demás obra del ministerio de la casa de Dios.
Ezequiel 44:26
Y después de su purificación, le contarán siete días.
Oseas 8:5
Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendió mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar purificación.
Mateo 21:12
Purificación del templo(Mr. 11.15-19; Lc. 19.45-48; Jn. 2.13-22) Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Lucas 2:22
Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor