La palabra "estatutos" aparece en la Biblia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En el hebreo original, la palabra es "חֻקִּים" (chukim) y en el griego es "δικαιώματα" (dikaiomata). Ambas palabras se traducen comúnmente como "estatutos" o "decretos".
El significado bíblico de "estatutos" se refiere a las leyes y mandamientos que Dios dio a su pueblo en el Antiguo Testamento. Estos estatutos eran una parte integral de la ley mosaica y se consideraban sagrados y obligatorios para aquellos que seguían a Dios.
La etimología de la palabra "estatutos" proviene del latín "statutum", que significa "orden" o "regla". Esto se deriva de la palabra latina "stare", que significa "estar en pie" o "permanecer firme". Por lo tanto, los estatutos son leyes establecidas que deben permanecer firmes y ser obedecidas.
En el Antiguo Testamento, los estatutos se dan en el contexto de la ley mosaica y se consideran esenciales para la relación entre Dios y su pueblo. En Éxodo 15:26, Dios le dice a Moisés: "Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios y haces lo que es correcto a sus ojos, si prestas atención a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios, porque yo soy el Señor que te sana".
En Levítico 18:4-5, Dios dice: "Ustedes deben cumplir mis estatutos y mis juicios; el hombre que los cumple vivirá por ellos. Yo soy el Señor". Aquí, Dios enfatiza la importancia de obedecer sus estatutos y cómo esto llevará a la vida.
En el Nuevo Testamento, la palabra "estatutos" se usa en el contexto de la ley de Cristo. Jesús dice en Mateo 5:17-18: "No piensen que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos sino a cumplirlos. Les aseguro que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una letra, ni una tilde de la ley desaparecerá hasta que todo se haya cumplido".
Aquí, Jesús enfatiza la importancia de cumplir los estatutos y la ley de Dios, y cómo su cumplimiento es vital para la salvación.
En resumen, los estatutos en la Biblia se refieren a las leyes y mandamientos dados por Dios a su pueblo. Estos estatutos se consideran sagrados y obligatorios para aquellos que siguen a Dios. El cumplimiento de los estatutos es esencial para la relación entre Dios y su pueblo y para la salvación en el Nuevo Testamento.
Última actualización: 13 mayo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de estatutos:
Génesis 26:5
por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Éxodo 15:25
Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
Levítico 10:11
y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés.
Levítico 18:4
Mis ordenanzas pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo Jehová vuestro Dios.
Levítico 19:19
Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos.
Levítico 20:8
Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico.
Levítico 25:18
Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros;
Levítico 26:46
Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés.
Deuteronomio 4:6
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
Deuteronomio 4:14
A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñase los estatutos y juicios, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis a tomar posesión de ella.