La adoración es un tema central en la Biblia y se refiere principalmente a la expresión de reverencia y amor a Dios. La palabra "adorar" en hebreo se traduce como "shachah", que significa postrarse o inclinarse ante Dios, y en griego se traduce como "proskuneo", que se refiere a la acción de besar los pies de alguien en señal de sumisión y adoración. Ambas palabras indican la idea de sometimiento y respeto absoluto a Dios.
El origen de la adoración se remonta a los tiempos del Antiguo Testamento, donde se mencionan diversos rituales y ceremonias relacionadas con la adoración a Dios. En el libro de Génesis, por ejemplo, se relata la historia de Abel y Caín, donde Abel ofrece un sacrificio aceptable a Dios en señal de adoración, mientras que Caín ofrece un sacrificio inaceptable debido a su falta de fe y obediencia.
En el libro de Éxodo, se mencionan las leyes y normas que Dios dio a Moisés para que el pueblo de Israel lo adorara de manera correcta y respetuosa. Estas leyes incluyen la construcción del templo, el uso de ciertos objetos sagrados y la realización de sacrificios y ofrendas en señal de adoración.
A lo largo del Nuevo Testamento, se enfatiza la importancia de la adoración en la vida de los cristianos. Jesús mismo instruyó a sus seguidores sobre cómo adorar a Dios de manera correcta, enfatizando la importancia de la fe y la sinceridad en la adoración. En Juan 4:23-24, Jesús dice: "Pero llega la hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que lo adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad".
La adoración no se limita a la realización de rituales y ceremonias, sino que también implica una actitud de reverencia y amor a Dios en todo momento. La adoración es una forma de expresar nuestra gratitud y amor hacia Dios por todo lo que ha hecho por nosotros, y es una manera de fortalecer nuestra relación con Él.
En conclusión, la adoración es una práctica central en la Biblia que implica la expresión de reverencia y amor a Dios. La adoración se remonta a los tiempos del Antiguo Testamento y ha evolucionado a lo largo de los siglos, pero siempre ha sido una forma importante de fortalecer la relación con Dios y expresar nuestra gratitud y amor hacia Él. Como cristianos, debemos esforzarnos por adorar a Dios de manera correcta y sincera, en espíritu y en verdad, en todo momento y en todas las circunstancias de la vida.
Última actualización: 13 mayo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de adorar:
Génesis 22:5
Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.
Deuteronomio 26:10
Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
1 Reyes 9:9
Y dirán: Por cuanto dejaron a Jehová su Dios, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano a dioses ajenos, y los adoraron y los sirvieron; por eso ha traído Jehová sobre ellos todo este mal.
1 Reyes 12:30
Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan.
2 Reyes 17:16
Dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal;
2 Reyes 17:31
Los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac, y los de Sefarvaim quemaban sus hijos en el fuego para adorar a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim.
2 Crónicas 7:3
Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre.
2 Crónicas 7:19
Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis,
2 Crónicas 29:29
Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron.
2 Crónicas 29:30
Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Jehová con las palabras de David y de Asaf vidente; y ellos alabaron con gran alegría, y se inclinaron y adoraron.