Sagrario Significado Bíblico

El término "sagrario" es una palabra que tiene un profundo significado en el contexto bíblico. Su origen proviene del latín "sacrarium", que significa "lugar sagrado" o "recinto sagrado". En la Biblia, el sagrario es un lugar que representa la presencia y la morada de Dios.

En el Antiguo Testamento, el sagrario era una tienda o un tabernáculo móvil que los israelitas construían para adorar a Dios durante su travesía por el desierto. Este sagrario era un lugar de encuentro con Dios, donde se realizaban sacrificios y se ofrecían oraciones y alabanzas.

El sagrario del Antiguo Testamento estaba dividido en dos partes principales: el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. En el Lugar Santo se encontraban el candelabro de oro, la mesa de los panes de la proposición y el altar del incienso. En el Lugar Santísimo, también conocido como el Santo de los Santos, se encontraba el Arca de la Alianza, que contenía las tablas de la ley y simbolizaba la presencia de Dios.

El sagrario en el Nuevo Testamento adquiere un significado aún más profundo. En el libro de Juan, Jesús se refiere a sí mismo como el verdadero sagrario. En Juan 2:19-21, Jesús dice: "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Entonces los judíos dijeron: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo". Aquí, Jesús está relacionando su cuerpo con el sagrario del Antiguo Testamento, indicando que él es el verdadero lugar de encuentro con Dios.

Además, en el Nuevo Testamento, el sagrario se relaciona con la iglesia como cuerpo de Cristo. En 1 Corintios 3:16, el apóstol Pablo escribe: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" Aquí, Pablo está afirmando que la presencia de Dios ahora mora en los creyentes, convirtiéndolos en un sagrario viviente.

En resumen, el sagrario en el contexto bíblico representa un lugar sagrado de encuentro con Dios. En el Antiguo Testamento, el sagrario era un tabernáculo móvil donde los israelitas adoraban a Dios. En el Nuevo Testamento, Jesús se refiere a sí mismo como el verdadero sagrario y la iglesia como el sagrario viviente. El sagrario simboliza la presencia de Dios y el lugar donde podemos acercarnos a él para adorarle y buscar su guía y protección.

Última actualización: 03 febrero, 2024