La palabra "abrumar" tiene un significado profundo y relevante en el contexto bíblico. Este término se deriva del latín "abrumare", que a su vez proviene de "ad" (hacia) y "bruma" (niebla). La palabra abrumar se usa en la Biblia para describir una sensación de opresión, sobrecarga y cansancio extremo.
En el Antiguo Testamento, el término abrumar se menciona en diferentes contextos, pero siempre con la idea de ser superado o dominado por una situación o problema. Por ejemplo, en el libro de Salmos 38:4, el salmista dice: "Porque mis iniquidades se han ido sobre mi cabeza; Como carga pesada me han abrumado demasiado". Aquí, se utiliza la palabra abrumar para expresar la carga de los pecados y las consecuencias que estos traen.
Del mismo modo, en el libro de Lamentaciones 3:54, el autor describe su sufrimiento y dice: "Aguas me cercaron hasta el alma; Se juntó a mi cabeza el abismo; Me rodearon las corrientes del abismo". En este caso, el término abrumar se utiliza para describir la sensación de estar rodeado y superado por las dificultades.
En el Nuevo Testamento, la palabra abrumar se utiliza en el contexto de la carga emocional y espiritual que puede experimentar una persona. En Mateo 26:37, Jesús se dirige a sus discípulos en el huerto de Getsemaní y les dice: "Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo". Aquí, la palabra abrumar se traduce como "tristeza" y muestra el peso emocional extremo que Jesús estaba experimentando en ese momento.
En resumen, el significado bíblico de la palabra abrumar se refiere a la sensación de ser superado, dominado o cargado por diferentes circunstancias. Puede expresar la carga de los pecados, el sufrimiento, las dificultades o el peso emocional y espiritual. Es un término que nos recuerda la importancia de buscar a Dios en medio de nuestras luchas y confiar en su poder para liberarnos de las cargas que nos abruman.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de abrumar:
Nehemías 5:15
Pero los primeros gobernadores que fueron antes de mí abrumaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino más de cuarenta siclos de plata, y aun sus criados se enseñoreaban del pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.