El término "agua viva" tiene un significado muy importante en la Biblia y es mencionado en varios pasajes. Su etimología se remonta al hebreo, donde la palabra original es "mayim chayim".
En la Biblia, el agua viva se menciona en diferentes contextos y con distintos significados. En primer lugar, el agua viva se refiere a una fuente de agua que fluye constantemente, como un río o una fuente natural. Este tipo de agua representa la vida y la renovación, ya que está en constante movimiento y no se estanca.
En el Antiguo Testamento, encontramos referencias al agua viva en el libro de Jeremías, donde se compara a Dios con una fuente de agua viva. En Jeremías 2:13, se dice: "Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua". Aquí, el profeta Jeremías utiliza el agua viva como una metáfora para describir cómo el pueblo de Israel ha abandonado a Dios y ha buscado satisfacción en cosas temporales y vacías.
En el Nuevo Testamento, Jesús también se refiere al agua viva en el evangelio de Juan. En Juan 4:10, Jesús habla con una mujer samaritana y le dice: "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: 'Dame de beber', tú le pedirías, y él te daría agua viva". Aquí, Jesús utiliza el agua viva como una metáfora para describir el don de Dios, que es la vida eterna y la satisfacción espiritual que solo él puede dar.
En otra ocasión, Jesús habla sobre el agua viva en el último día de la fiesta de los tabernáculos. En Juan 7:37-38, Jesús proclama: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva". Aquí, Jesús se presenta como la fuente de agua viva que puede saciar nuestra sed espiritual y fluir a través de nosotros para bendición de otros.
En resumen, el término "agua viva" en la Biblia se refiere a una fuente de agua que fluye constantemente y representa la vida, la renovación y la satisfacción espiritual. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, se utiliza como una metáfora para describir a Dios como la fuente de agua viva y a Jesús como la fuente de vida eterna y satisfacción espiritual. Es un recordatorio de que solo Dios puede satisfacer nuestras necesidades más profundas y llenarnos con su vida y amor.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de agua viva:
Génesis 26:19
Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas,
Levítico 14:6
Después tomará la avecilla viva, el cedro, la grana y el hisopo, y los mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas corrientes;
Levítico 14:51
Y tomará el cedro, el hisopo, la grana y la avecilla viva, y los mojará en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas corrientes, y rociará la casa siete veces.
Levítico 14:52
Y purificará la casa con la sangre de la avecilla, con las aguas corrientes, con la avecilla viva, la madera de cedro, el hisopo y la grana.
Cantares 4:15
Fuente de huertos, Pozo de aguas vivas, Que corren del Líbano.
Jeremías 2:13
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
Jeremías 17:13
¡Oh Jehová, esperanza de Israel!, todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.
Zacarías 14:8
Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.
Juan 4:11
La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
Juan 7:37
Ríos de agua viva En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.