Recompensa Significado Bíblico

La palabra "recompensa" tiene un significado muy importante en la Biblia. En su origen, proviene del latín "recompensare", que significa "volver a pagar" o "recompensar". En términos bíblicos, la recompensa se refiere a la respuesta o consecuencia que Dios otorga a aquellos que siguen sus mandamientos y viven de acuerdo a su voluntad.

En la Biblia, la recompensa se presenta como una bendición o premio que Dios otorga a sus hijos. Es una muestra de su amor y fidelidad hacia aquellos que le obedecen y confían en él. La recompensa puede manifestarse de diferentes maneras, como la provisión de necesidades materiales, la protección divina, la sabiduría y discernimiento, la paz interior, la salvación y la vida eterna.

Un ejemplo claro de la recompensa divina se encuentra en el Salmo 127:3, donde se afirma que "he aquí, los hijos son una herencia del Señor; el fruto del vientre es una recompensa". Esta afirmación muestra cómo los hijos son considerados una bendición y una recompensa de Dios para aquellos que le temen y siguen sus caminos.

Otro pasaje relevante es Hebreos 11:6, que dice: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan". Esta declaración destaca la importancia de la fe en la búsqueda de Dios y cómo él recompensa a aquellos que lo buscan con sinceridad y devoción.

La recompensa también está relacionada con el concepto de justicia divina. En la Biblia, se menciona que Dios recompensará a cada uno según sus obras y acciones. Por ejemplo, en 2 Corintios 5:10 se dice: "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo". Este versículo muestra cómo Dios evaluará las acciones de cada individuo y les dará su justa recompensa.

Es importante destacar que la recompensa divina no es algo que se obtiene por mérito propio, sino que es un regalo de Dios. No podemos ganar la recompensa a través de nuestras propias acciones o esfuerzos, sino que es otorgada por su gracia y misericordia. Sin embargo, esto no significa que podamos vivir de cualquier manera y esperar recibir recompensas de Dios. La Biblia nos exhorta a vivir una vida recta y justa, en obediencia a sus mandamientos, para poder experimentar las bendiciones y recompensas que él tiene preparadas para nosotros.

En resumen, la recompensa en la Biblia es un concepto fundamental que muestra cómo Dios bendice y premia a aquellos que le siguen y confían en él. Es una muestra de su amor, fidelidad y justicia. La recompensa puede manifestarse de diferentes maneras y está relacionada con la fe, la obediencia y el vivir una vida recta. No es algo que se obtiene por mérito propio, sino que es un regalo de Dios que debemos valorar y agradecer.

Versículos de Recompensa

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de recompensa:

2 Samuel 19:36 Pasará tu siervo un poco más allá del Jordán con el rey; ¿por qué me ha de dar el rey tan grande recompensa?

2 Crónicas 15:7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.

Salmos 10:14 Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.

Salmos 18:24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.

Proverbios 24:14 Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; Si la hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada.

Isaías 1:23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

Isaías 49:4 Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.

Daniel 5:17 Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación.

Miqueas 7:3 Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.

Mateo 6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

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