La palabra "prender" tiene un significado bíblico que se encuentra en varias ocasiones a lo largo de la Biblia. En su contexto bíblico, "prender" se refiere a tomar o agarrar a alguien o algo físicamente, pero también puede tener un significado más amplio relacionado con la captura o aprehensión de una persona o incluso de un concepto o idea.
La etimología de la palabra "prender" se remonta al latín "prehendere", que significa "agarrar" o "capturar". Esta raíz latina también dio origen a palabras similares en otros idiomas romances, como el francés "prendre" y el italiano "prendere". En el contexto bíblico, "prender" se traduce del hebreo "לָכַד" (lakad) y del griego "συλλαμβάνω" (sullambanō), ambos con un significado similar de capturar o tomar.
En la Biblia, el término "prender" se usa en diferentes contextos. En algunos casos, se refiere a la captura física de alguien, como cuando Jesús fue prendido en el jardín de Getsemaní antes de su crucifixión (Mateo 26:50). También se utiliza para describir la aprehensión de personas malvadas o criminales, como en el Salmo 10:2: "En la soberbia del malo prende el pobre; Serán atrapados en las maquinaciones que han ideado". En estos casos, "prender" implica una acción física de agarre o captura.
Sin embargo, "prender" también puede tener un significado más abstracto en la Biblia. Por ejemplo, en el Salmo 119:110 se dice: "Los impíos me prendieron en sus lazos, Mas no me olvidé de tu ley". Aquí, "prender" se refiere a ser atrapado o seducido por las tentaciones o influencias malvadas. También puede implicar ser capturado por pensamientos o emociones negativas, como el miedo o la ira.
Además, "prender" se utiliza en un sentido figurado para describir la captura o comprensión de una idea o concepto. Por ejemplo, en Juan 12:16 se dice: "Entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de él, y de que se las habían hecho". Aquí, "prender" implica entender o captar el significado profético de las Escrituras en relación con la muerte y resurrección de Jesús.
En resumen, la palabra "prender" tiene un significado bíblico que incluye tanto la captura física de alguien o algo, como la aprehensión de personas malvadas o criminales, así como un sentido más abstracto de ser atrapado por las tentaciones o influencias negativas. También puede implicar capturar o comprender una idea o concepto. Su etimología se remonta al latín "prehendere", y se traduce del hebreo "לָכַד" (lakad) y del griego "συλλαμβάνω" (sullambanō). En todos los casos, "prender" representa la idea de tomar o agarrar algo o alguien, ya sea física o conceptualmente, dentro del contexto bíblico.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de prender:
Jueces 9:52
Y vino Abimelec a la torre, y combatiéndola, llegó hasta la puerta de la torre para prenderle fuego.
1 Samuel 19:14
Y cuando Saúl envió mensajeros para prender a David, ella respondió: Está enfermo.
Amós 1:7
Prenderé fuego en el muro de Gaza, y consumirá sus palacios.
Amós 1:10
Prenderé fuego en el muro de Tiro, y consumirá sus palacios.
Amós 1:12
Prenderé fuego en Temán, y consumirá los palacios de Bosra.
Amós 2:2
Prenderé fuego en Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá Moab con tumulto, con estrépito y sonido de trompeta.
Amós 2:5
Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén.
Mateo 26:55
En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.
Marcos 3:21
Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.
Marcos 12:12
Y procuraban prenderle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, y dejándole, se fueron.