La palabra "ribera" tiene un significado bíblico muy relevante en el contexto de la Biblia. En su sentido más básico, se refiere a la zona cercana a un río o cuerpo de agua, y se utiliza en múltiples pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento para describir lugares específicos.
En el Antiguo Testamento, la palabra "ribera" aparece en diversas ocasiones para referirse a lugares geográficos importantes en la historia de Israel. Por ejemplo, se menciona la ribera del río Jordán, donde el pueblo cruzó para entrar en la tierra prometida, y también se hace referencia a la ribera del Mar Rojo, donde los israelitas fueron liberados de la esclavitud en Egipto.
En el contexto bíblico, la palabra "ribera" no solo tiene un significado geográfico, sino que también se asocia con conceptos simbólicos y espirituales. En muchos pasajes, la ribera se presenta como un lugar de encuentro con Dios y de revelación divina. Por ejemplo, en el libro de Ezequiel, el profeta tiene una visión de un río que fluye desde el templo y que trae vida y sanidad a las naciones en sus riberas.
La etimología de la palabra "ribera" proviene del latín "ripa", que significa "orilla" o "borde". A lo largo de los siglos, esta palabra ha sido utilizada en diferentes contextos para describir lugares cercanos a ríos o mares. En el contexto bíblico, la ribera adquiere un significado más profundo y espiritual, representando la conexión entre Dios y su pueblo, así como la fuente de vida y bendición.
En el Nuevo Testamento, la palabra "ribera" también tiene un papel importante en la vida y enseñanzas de Jesús. Por ejemplo, en el Evangelio de Lucas, se relata cómo Jesús enseñaba a las multitudes a orillas del mar de Galilea, utilizando las riberas como lugares de encuentro y enseñanza.
En resumen, la palabra "ribera" tiene un significado bíblico que va más allá de su sentido geográfico. Representa un lugar de encuentro con Dios, de revelación divina y de conexión espiritual. A lo largo de la Biblia, las riberas son descritas como lugares de bendición y vida, donde se experimenta la presencia de Dios. Esta palabra, con su etimología latina y su contexto bíblico, nos invita a reflexionar sobre nuestro propio encuentro con Dios y la importancia de buscar su presencia en nuestras vidas.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de ribera:
Deuteronomio 4:48
Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Hermón;
Josué 12:2
Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, y señoreaba desde Aroer, que está a la ribera del arroyo de Arnón, y desde en medio del valle, y la mitad de Galaad, hasta el arroyo de Jaboc, término de los hijos de Amón;
Jueces 5:17
Galaad se quedó al otro lado del Jordán; Y Dan, ¿por qué se estuvo junto a las naves? Se mantuvo Aser a la ribera del mar, Y se quedó en sus puertos.
Jueces 7:12
Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud.
1 Reyes 9:26
Hizo también el rey Salomón naves en Ezión-geber, que está junto a Elot en la ribera del Mar Rojo, en la tierra de Edom.
Isaías 44:4
y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.
Ezequiel 32:2
Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón en los mares; pues secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas.
Ezequiel 47:7
Y volviendo yo, vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro lado.
Daniel 8:16
Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a este la visión.
Marcos 6:45
Jesús anda sobre el mar(Mt. 14.22-27; Jn. 6.15-21) En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.