En la Biblia, el término "incircunciso" tiene un significado simbólico y espiritual más allá de su definición literal. La palabra "incircunciso" se utiliza para referirse a aquellos que no han sido sometidos a la circuncisión, una práctica religiosa común en el antiguo pacto entre Dios y el pueblo de Israel. A lo largo de la Biblia, el término se usa para describir a los no judíos, a los paganos y a aquellos que no están en comunión con Dios.
La etimología de la palabra "incircunciso" proviene del latín "incircumcisus", que significa "no circuncidado". En hebreo, la palabra utilizada es "arelim", que se traduce como "incircunciso". El acto de la circuncisión se menciona por primera vez en el Génesis, cuando Dios establece un pacto con Abraham y le ordena que circuncide a todos los varones de su familia como señal de la alianza.
El origen de la práctica de la circuncisión se remonta a Abraham, considerado el padre del pueblo judío. Según la tradición bíblica, Dios le prometió a Abraham que sería el padre de una gran nación y que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo. Como parte del pacto, Dios le ordenó a Abraham que circuncidara a todos los varones de su familia, incluyendo a él mismo, a su hijo Ismael y a todos los varones nacidos en su casa.
La circuncisión se convirtió en una señal de identidad y pertenencia al pueblo de Dios. Era un rito de iniciación que marcaba la entrada en la comunidad judía y simbolizaba la separación del mundo pagano. Para los judíos, la circuncisión era una expresión de obediencia a la ley de Dios y una señal de su pacto con Él.
En el contexto bíblico, el término "incircunciso" se utiliza para contrastar a aquellos que no son parte del pueblo de Dios. Se emplea para referirse a los extranjeros, a los enemigos de Israel y a aquellos que no siguen las leyes y mandamientos de Dios. Los profetas del Antiguo Testamento usaban esta palabra para denunciar la idolatría y la impiedad de los pueblos vecinos.
En el Nuevo Testamento, el término "incircunciso" adquiere un significado más profundo. El apóstol Pablo lo emplea para hablar de aquellos que están alejados de Dios y no han experimentado la transformación espiritual. En sus cartas, Pablo destaca la importancia de la circuncisión del corazón, es decir, de la transformación interior que ocurre cuando una persona se entrega a Cristo y recibe el perdón de sus pecados.
El apóstol Pablo enseña que la verdadera circuncisión no es la del cuerpo, sino la del corazón. En su carta a los Romanos, escribe: "Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios" (Romanos 2:28-29).
En conclusión, el término "incircunciso" en la Biblia tiene un significado más allá de su definición literal. Se refiere a aquellos que no están en comunión con Dios y no han experimentado la transformación espiritual. La circuncisión del corazón es lo que realmente importa, ya que implica una entrega total a Dios y un cambio interior. A través de Jesucristo, todos podemos recibir el perdón de nuestros pecados y experimentar una nueva vida en Él, sin importar nuestra condición anterior de "incircuncisos".
Última actualización: 30 junio, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de incircunciso:
Levítico 19:23
Y cuando entréis en la tierra, y plantéis toda clase de árboles frutales, consideraréis como incircunciso lo primero de su fruto; tres años os será incircunciso; su fruto no se comerá.
Josué 5:7
A los hijos de ellos, que él había hecho suceder en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino.
Jueces 14:3
Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómame esta por mujer, porque ella me agrada.
1 Samuel 31:4
Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.
2 Samuel 1:20
No lo anunciéis en Gat, Ni deis las nuevas en las plazas de Ascalón; Para que no se alegren las hijas de los filisteos, Para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
1 Crónicas 10:4
Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.
Isaías 52:1
Dios librará del cautiverio a Sion Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo.
Jeremías 9:25
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso;
Ezequiel 32:26
Allí Mesec y Tubal, y toda su multitud; sus sepulcros en sus alrededores; todos ellos incircuncisos, muertos a espada, porque habían sembrado su terror en la tierra de los vivientes.
Ezequiel 32:27
Y no yacerán con los fuertes de los incircuncisos que cayeron, los cuales descendieron al Seol con sus armas de guerra, y sus espadas puestas debajo de sus cabezas; mas sus pecados estarán sobre sus huesos, por cuanto fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes.