La fama es un término ampliamente utilizado en la sociedad actual para referirse a la popularidad y reconocimiento de una persona. Sin embargo, en la Biblia, el significado de fama va más allá de la simple notoriedad pública. En este artículo exploraremos el significado bíblico de fama, su etimología y su origen.
El término "fama" tiene su origen en el latín "fama", que significa "voz" o "rumor". En la Biblia, la fama se refiere a la reputación y renombre de una persona, pero está asociada principalmente con la glorificación de Dios y la propagación de su Palabra.
En muchos versículos bíblicos, la fama se menciona en relación con la divinidad y el poder de Dios. Por ejemplo, en el Salmo 145:4, se dice: "Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus fuertes hechos". Aquí, la fama se asocia con la proclamación de los actos poderosos de Dios a través de las generaciones.
Además, en el libro de Isaías, encontramos el siguiente versículo: "Dios se manifestará en su gloria" (Isaías 40:5). Aquí, la fama se relaciona con la manifestación de la gloria divina, lo cual implica que la fama es un medio para revelar la grandeza y el poder de Dios al mundo.
En el Nuevo Testamento, Jesús también habla sobre la fama en varios pasajes. En Mateo 4:24, se menciona que "su fama se extendió por toda Siria". Aquí, la fama de Jesús se refiere a la difusión de su mensaje y su capacidad para sanar a los enfermos.
Es importante destacar que, en la Biblia, la fama no es un fin en sí mismo, sino un resultado de la fidelidad y obediencia a Dios. Por ejemplo, en Proverbios 22:1 se dice: "Más vale la buena fama que las muchas riquezas". Este versículo resalta la importancia de tener una buena reputación basada en la integridad y la rectitud, en lugar de buscar la fama por medios vanos o egoístas.
Otro aspecto interesante sobre el significado bíblico de fama es que se enfoca en la eternidad y la trascendencia. En el Salmo 113:3 se afirma: "Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová". Aquí, la fama se relaciona con la alabanza y adoración a Dios, que se extiende a lo largo de toda la tierra y a través de todas las generaciones.
En conclusión, el significado bíblico de fama va más allá de la popularidad y reconocimiento en la sociedad actual. En la Biblia, la fama se asocia con la glorificación de Dios, la propagación de su Palabra y la manifestación de su poder. La fama es un resultado de la fidelidad y obediencia a Dios, y está vinculada a la buena reputación basada en la integridad y rectitud. Además, la fama tiene una dimensión eterna y trascendente, ya que se relaciona con la alabanza y adoración a Dios en todas las generaciones.
Última actualización: 30 junio, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de fama:
Deuteronomio 26:19
a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.
1 Samuel 2:24
No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová.
1 Reyes 10:7
pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído.
1 Crónicas 14:17
Y la fama de David fue divulgada por todas aquellas tierras; y Jehová puso el temor de David sobre todas las naciones.
2 Crónicas 9:1
La reina de Sabá visita a Salomón(1 R. 10.1-13) Oyendo la reina de Sabá la fama de Salomón, vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias aromáticas, oro en abundancia, y piedras preciosas, para probar a Salomón con preguntas difíciles. Y luego que vino a Salomón, habló con él todo lo que en su corazón tenía.
2 Crónicas 9:6
pero yo no creía las palabras de ellos, hasta que he venido, y mis ojos han visto; y he aquí que ni aun la mitad de la grandeza de tu sabiduría me había sido dicha; porque tú superas la fama que yo había oído.
2 Crónicas 26:15
E hizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros, para que estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes piedras. Y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso.
Eclesiastés 7:1
Contraste entre la sabiduría y la insensatez Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento.
Jeremías 6:24
Su fama oímos, y nuestras manos se descoyuntaron; se apoderó de nosotros angustia, dolor como de mujer que está de parto.
Nahúm 3:19
No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?