Mula Significado Bíblico

La palabra mula es mencionada en la Biblia en diferentes ocasiones y tiene un significado simbólico muy interesante. La etimología de la palabra mula proviene del latín "mulus", que a su vez deriva del griego "mulon". En la Biblia, la palabra mula se refiere a un híbrido entre un caballo y un burro.

El origen de la mula se remonta a la antigüedad, donde la cruza entre un caballo y una burra resultaba en un animal que combinaba las características de ambos. Las mulas eran muy valoradas debido a que tenían la fuerza y resistencia de un caballo, pero también la resistencia y la habilidad para soportar cargas pesadas de un burro.

En la Biblia, la mula es mencionada en diferentes contextos y con diferentes significados. Una de las primeras menciones de la mula se encuentra en el Antiguo Testamento, en el libro de Génesis. En Génesis 36:24, se menciona que Zibeón, un descendiente de Esaú, tenía "mulas" en su rebaño. En este caso, la mula es mencionada como un animal de carga y transporte.

Otra mención importante de la mula se encuentra en el libro de Éxodo. En Éxodo 4:20, se menciona que Moisés tomó a su esposa e hijos, los puso en una mula y regresó a Egipto. En este caso, la mula es mencionada como un medio de transporte utilizado por Moisés y su familia.

En el Nuevo Testamento, la mula también es mencionada en varias ocasiones. Una de las menciones más conocidas es la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, donde se monta en una mula según el relato de Mateo 21:1-11. En este caso, la mula es mencionada como un medio de transporte simbólico, que representa la humildad y la mansedumbre de Jesús.

En resumen, la palabra mula en la Biblia se refiere a un híbrido entre un caballo y un burro. La mula era valorada por su fuerza, resistencia y habilidad para soportar cargas pesadas. En la Biblia, la mula es mencionada como un animal de carga y transporte, así como también como un medio de transporte simbólico que representa la humildad y la mansedumbre. La mula, por lo tanto, tiene un significado simbólico muy interesante en el contexto bíblico.

Versículos de Mula

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de mula:

1 Samuel 2:8 Él levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él afirmó sobre ellas el mundo.

2 Samuel 13:29 Y los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón les había mandado. Entonces se levantaron todos los hijos del rey, y montaron cada uno en su mula, y huyeron.

1 Reyes 1:38 Y descendieron el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, y montaron a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.

1 Reyes 18:5 Dijo, pues, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias.

Nehemías 2:13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

Nehemías 3:13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.

Nehemías 3:14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

Isaías 25:10 Porque la mano de Jehová reposará en este monte; pero Moab será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar.

Daniel 3:29 Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como este.

Lucas 14:35 Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

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