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El concepto de santificación dentro de la Biblia hace referencia a “apartarse para consagrar una causa” así como a un propósito, una obra o a un objetivo especial. Es un término que es particularmente empleado en el Antiguo Testamento de esta y otras maneras. No obstante, en casi todas las frases empleadas, el significado de estas no cambiaría si, en lugar de decir “santificar”, se usaran palabras como apartar o separar. Por ejemplo, Dios separa (santifica) a sus creyentes para una obra santa.
Dicho esto, el término santificar también incluye dentro de su significado la pureza y la consagración con El Señor.
Varios ejemplos de consagración que podemos hallar en la Biblia los veremos en el Génesis 2:3, en el que Dios bendice al séptimo día, santificándolo, es decir, que hace de este día uno consagrado para Él. Mientras que en Éxodo 9:23 habla de cómo los israelitas no podían acercarse al MonteSinaí, porque El Señor había colocado límites en este lugar por medio de la santificación.
Sin embargo, hay que considerar no solo lo que Dios hace por nosotros para santificarnos, sino también lo que pide a cambio. Es decir, que tanto el Señor como el hombre deben cumplir su parte. De igual manera, hay que entender que la santificación es obra únicamente de Dios, por lo que, si el hombre tratase de hacerlo por su cuenta, incluso intentando por más de 1000 años, no podría.
Esto quiere decir que Dios únicamente santificará a aquellos que logren cumplir sus objetivos, que puedan hacer esta obra que los lleve a la santificación.
Existen dos verdades bíblicas, la primera de ellas es que somos santificados al momento de la conversión. Y la otra, que la santificación es una obra consecutiva, y esta ocurre durante toda la vida del cristiano, gracias al crecimiento espiritual del mismo.
Última actualización: 18 mayo, 2022
Versículos de Santificación
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de santificación:
Romanos 6:19
Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
Romanos 6:22
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
1 Tesalonicenses 4:3
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
1 Tesalonicenses 4:7
Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
1 Pedro 1:2
elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
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