El significado bíblico de la palabra dominio es uno de los temas que ha generado debate y controversia a lo largo de los siglos. En la Biblia, la palabra "dominio" se utiliza en varios contextos y con diferentes connotaciones, lo que hace necesario un análisis detallado para comprender su verdadero significado.
La palabra "dominio" tiene su origen en el latín "dominum", que significa "señorío" o "propiedad". En el contexto bíblico, el término se utiliza para referirse al poder, autoridad y control que una persona tiene sobre algo o alguien.
En el Antiguo Testamento, la palabra "dominio" aparece en el libro de Génesis, donde Dios le da a Adán y Eva el mandato de dominar sobre toda la creación. En Génesis 1:26, se lee: "Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y domine en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra".
Este pasaje ha sido interpretado de diferentes maneras a lo largo de la historia. Algunos ven en este mandato divino una justificación para el dominio absoluto del ser humano sobre la naturaleza, mientras que otros argumentan que implica una responsabilidad de cuidar y preservar el mundo creado por Dios.
En el Nuevo Testamento, la palabra "dominio" aparece en el contexto de la autoridad espiritual y el gobierno de la Iglesia. En Efesios 1:21, se menciona que Jesucristo está "sobre todo principado y autoridad, y potestad, y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero". Esta referencia sugiere que Cristo tiene un dominio absoluto sobre todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "dominio" se refiere al poder, autoridad y control que una persona tiene sobre algo o alguien. En el contexto bíblico, este concepto se aplica tanto a la relación del ser humano con la creación de Dios, como a la autoridad espiritual y el gobierno de la Iglesia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el dominio bíblico no implica un abuso o explotación desmedida, sino más bien una responsabilidad de cuidar y preservar el mundo creado por Dios.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de dominio:
Deuteronomio 15:6
Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
2 Reyes 8:22
No obstante, Edom se libertó del dominio de Judá, hasta hoy. También se rebeló Libna en el mismo tiempo.
2 Reyes 20:13
Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, y especias, y ungüentos preciosos, y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros; ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todos sus dominios.
1 Crónicas 18:1
David extiende sus dominios(2 S. 8.1-14) Después de estas cosas aconteció que David derrotó a los filisteos, y los humilló, y tomó a Gat y sus villas de mano de los filisteos.
2 Crónicas 8:6
y a Baalat, y a todas las ciudades de provisiones que Salomón tenía; también todas las ciudades de los carros y las de la gente de a caballo, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en toda la tierra de su dominio.
2 Crónicas 9:26
Y tuvo dominio sobre todos los reyes desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos, y hasta la frontera de Egipto.
2 Crónicas 21:8
En los días de este se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre sí.
Nehemías 3:7
Junto a ellos restauró Melatías gabaonita, y Jadón meronotita, varones de Gabaón y de Mizpa, que estaban bajo el dominio del gobernador del otro lado del río.
Isaías 39:2
Y se regocijó con ellos Ezequías, y les mostró la casa de su tesoro, plata y oro, especias, ungüentos preciosos, toda su casa de armas, y todo lo que se hallaba en sus tesoros; no hubo cosa en su casa y en todos sus dominios, que Ezequías no les mostrase.
Daniel 4:25
Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.