La palabra "recibir" tiene un significado bíblico profundo y relevante en el contexto de la Biblia. En su etimología, la palabra "recibir" proviene del latín "recipere", que significa "tomar de nuevo", "aceptar" o "admitir". Este término aparece en numerosos pasajes bíblicos y se refiere a la acción de recibir algo o a alguien de manera positiva y abierta.
En la Biblia, el acto de "recibir" tiene un significado espiritual y simbólico. Representa la disposición y apertura del corazón para aceptar la gracia y el amor de Dios, así como también para recibir a otros creyentes en la comunidad de fe. El recibir implica una actitud de humildad y dependencia de Dios, reconociendo que todo lo que se recibe proviene de Él.
Uno de los pasajes más conocidos que habla sobre el acto de "recibir" se encuentra en Juan 1:12, donde dice: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". En este verso, se enfatiza la importancia de recibir a Jesús como Señor y Salvador, y al hacerlo, se recibe el regalo de la filiación divina y la vida eterna.
Además, el recibir está asociado con la idea de dar. En Mateo 10:40-42, Jesús enseña a sus discípulos sobre la importancia de recibir a los mensajeros de Dios y a aquellos que llevan el evangelio. Dice: "El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió". Aquí, se enfatiza que recibir a los enviados de Dios es equivalente a recibir a Dios mismo, y se promete una recompensa para aquellos que lo hacen.
En el contexto bíblico, el recibir también tiene un componente de transformación interna. En Hechos 2:41, después del discurso de Pedro el día de Pentecostés, se menciona que "los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas". Aquí, el recibir la Palabra de Dios lleva a una respuesta de fe y obediencia, simbolizada por el bautismo, y a una transformación de vida.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "recibir" es profundo y relevante. Representa la disposición y apertura del corazón para aceptar la gracia y el amor de Dios, así como también para recibir a otros creyentes en la comunidad de fe. Implica humildad, dependencia de Dios y reconocimiento de que todo lo que se recibe proviene de Él. Además, está asociado con la idea de dar y tiene un componente de transformación interna. En definitiva, recibir en el contexto bíblico implica un acto de fe y entrega total a Dios.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de recibir:
Génesis 14:17
Melquisedec bendice a Abram Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.
Génesis 19:1
Destrucción de Sodoma y Gomorra Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
Éxodo 4:27
Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó.
Éxodo 18:7
Y Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y vinieron a la tienda.
Éxodo 23:8
No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.
Números 22:36
Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio.
Números 31:13
Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
Josué 20:4
Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá sus razones en oídos de los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos.
Jueces 4:22
Y siguiendo Barac a Sísara, Jael salió a recibirlo, y le dijo: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas. Y él entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto con la estaca por la sien.
Jueces 11:31
cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.