La enemistad es un tema recurrente en la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento. La palabra "enemistad" proviene del latín "inimicus", que significa "hostil", "adversario" o "enemigo". En el hebreo bíblico, la palabra más comúnmente utilizada para referirse a la enemistad es "oyeb", que significa "adversario" o "enemigo".
En la Biblia, la enemistad es una condición que se da cuando hay una separación o un conflicto entre dos personas o grupos. La enemistad puede surgir por diferentes motivos, como diferencias religiosas, políticas, sociales o personales. En muchos casos, la enemistad es el resultado de una violación de los valores y principios que se consideran importantes en una sociedad o comunidad.
En el Antiguo Testamento, la enemistad se presenta como un problema que debe ser abordado y resuelto para lograr la paz y la armonía entre los pueblos. En el libro de Génesis, por ejemplo, se cuenta la historia de Caín y Abel, dos hermanos que se convierten en enemigos después de que Caín mata a su hermano por envidia. La historia de Caín y Abel es una muestra de cómo la enemistad puede llevar a la violencia y la destrucción.
En el Nuevo Testamento, la enemistad es vista como una barrera que separa a las personas de Dios y de los demás. En la carta de Pablo a los Efesios, se habla de una enemistad entre los judíos y los gentiles que fue superada por la obra de Jesucristo en la cruz. Según Pablo, Jesucristo vino a traer la paz y a reconciliar a los seres humanos con Dios y entre sí.
En la Biblia, la enemistad se presenta como una condición que puede ser superada a través del amor, la misericordia y el perdón. En el libro de Proverbios, se dice que "el odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas" (Proverbios 10:12). En el Evangelio de Mateo, Jesús enseña a sus discípulos a amar a sus enemigos y a orar por aquellos que los persiguen (Mateo 5:44).
En resumen, la enemistad es un tema importante en la Biblia que se presenta como un problema que debe ser abordado y resuelto para lograr la paz y la armonía entre los pueblos. A través de la obra de Jesucristo, la enemistad entre los seres humanos puede ser superada y la paz puede ser restaurada. El amor, la misericordia y el perdón son las claves para superar la enemistad y construir relaciones saludables y pacíficas.
Última actualización: 13 mayo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de enemistad:
Génesis 3:15
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Deuteronomio 19:4
Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él anteriormente;
Deuteronomio 19:6
no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo anteriormente.
Josué 20:5
Si el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes.
Ezequiel 25:15
Profecía contra los filisteos Así ha dicho Jehová el Señor: Por lo que hicieron los filisteos con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades;
Lucas 23:12
Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.
Romanos 8:7
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Efesios 2:15
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
Efesios 2:16
y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Santiago 4:4
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.