La palabra "exigir" tiene un significado profundo en la Biblia, ya que se utiliza para transmitir la idea de solicitar o demandar algo con autoridad. Su etimología proviene del latín "exigere", que significa "buscar con rigor" o "reclamar con firmeza". Este término, que se encuentra en varios pasajes bíblicos, nos revela la importancia de la responsabilidad y la obediencia en la relación entre Dios y los seres humanos.
En la Biblia, el acto de exigir está relacionado principalmente con las enseñanzas de Dios y sus mandamientos. Dios exige a su pueblo que cumpla con sus leyes y preceptos, lo cual implica una obediencia total y una vida en conformidad con su voluntad. En el Antiguo Testamento, encontramos numerosos ejemplos de cómo Dios exige a su pueblo que lo siga y obedezca sus mandamientos, como en el caso de los Diez Mandamientos dados a Moisés en el monte Sinaí.
La exigencia de Dios hacia su pueblo también se refleja en el Nuevo Testamento, donde Jesús enseña sobre la importancia de la obediencia a través de sus palabras y acciones. Jesús exige a sus seguidores que amen a Dios sobre todas las cosas y amen a su prójimo como a ellos mismos. Esta demanda de amor y obediencia es un recordatorio constante de la responsabilidad que tenemos como creyentes de vivir de acuerdo con los principios divinos.
El origen de la exigencia divina se remonta a la creación misma, donde Dios estableció el orden y la estructura del mundo. Como Creador, Dios tiene el derecho de exigir a sus criaturas que cumplan con su designio y propósito. La exigencia divina no es arbitraria ni tiránica, sino que está fundamentada en su amor y sabiduría perfectos. Dios sabe lo que es mejor para nosotros y, por lo tanto, nos exige vivir de acuerdo con sus mandamientos para nuestro propio bienestar y el de los demás.
En resumen, el término "exigir" en la Biblia implica una solicitud o demanda con autoridad. Dios exige a su pueblo que cumpla con sus mandamientos y viva de acuerdo con sus enseñanzas. Esta exigencia no es resultado de un capricho divino, sino de su amor y sabiduría perfectos. Como creyentes, tenemos la responsabilidad de obedecer y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, confiando en que su exigencia es para nuestro propio bienestar y el de los demás.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de exigir:
Deuteronomio 23:19
No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés.
Deuteronomio 23:20
Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella.
1 Reyes 22:16
Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en el nombre de Jehová?