Sojuzgar Significado Bíblico

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Sojuzgar en la Biblia significa dominar sobre la tierra. En los tiempos de la creación, Dios mandó al hombre a sojuzgar la tierra y todos los recursos que había en ella, como la flora y la fauna (Génesis 1:28). Este mandato sigue vigente, aunque no debe interpretarse esta palabra en el sentido actual, que implica violencia. Sojuzgar no tiene por qué conllevar un dominio violento de otros seres. Todo lo contrario, lo que Dios nos quiso transmitir fue que asumiéramos responsabilidad sobre la tierra y que administráramos sus recursos de forma justa.

La palabra sojuzgar viene del latín “iudicare” (juzgar, dictar veredicto sobre algo) y el prefijo so- que significa “por debajo”. Hoy en día este vocablo en español significa dominar a algo o alguien por medio de la violencia. Como ya lo mencionamos, al interpretar qué es sojuzgar en la Biblia de ninguna manera podemos concluir que Dios quiere que dominemos por la fuerza las cosas y seres de este mundo.

Sin embargo, es lo que ocurre en muchas ocasiones. El despilfarro de los recursos, el consumo desmedido, el maltrato a los animales y al reino vegetal, es decir, la agresión contra la tierra en general, no pueden más que ser consecuencias de la conducta pecaminosa de los seres humanos. Y, por supuesto, el pecado no puede ser un mandato de nuestro Padre Celestial.

Si hubiera algún rol con el que ilustrar la función del hombre sobre el planeta, sería la de mayordomo. Debe supervisar que todo marche bien, estar atento al uso de los recursos y velar por que toda la familia y demás habitantes de la “casa” tengan sus necesidades cubiertas. Dios ha bendecido a los seres humanos permitiéndoles sojuzgar la tierra, les ha dado la oportunidad de poner todos sus recursos al servicio de Él y para beneficio de la humanidad.

Última actualización: 07 febrero, 2023

Versículos de Sojuzgar

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de sojuzgar:

Deuteronomio 20:20 Mas el árbol que sepas que no lleva fruto, podrás destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad que te hace la guerra, hasta sojuzgarla.