La palabra "estorbar" tiene un significado muy relevante en el contexto bíblico, ya que se menciona en varias ocasiones a lo largo de las Escrituras. Su etimología y origen se remontan al latín "storbāre", que significa "poner obstáculos" o "interferir".
En la Biblia, el término "estorbar" se usa para describir acciones o situaciones que obstaculizan el cumplimiento de la voluntad de Dios o impiden el progreso espiritual de las personas. En este sentido, la palabra está estrechamente relacionada con conceptos como la tentación, la idolatría y la falta de fe.
Un ejemplo claro de esto se encuentra en el libro de Mateo, donde Jesús reprende a Pedro diciendo: "¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me estorbas, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres" (Mateo 16:23). En este pasaje, Jesús utiliza la palabra "estorbar" para destacar cómo las ideas y acciones de Pedro se oponían a la voluntad divina y actuaban como un obstáculo para el plan de salvación.
Otro ejemplo relevante se encuentra en el libro de Gálatas, donde el apóstol Pablo advierte a los creyentes sobre aquellos que intentan "estorbar" su camino hacia la fe. En Gálatas 5:7, Pablo les dice: "Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?". Aquí, el término "estorbar" se utiliza para referirse a personas o influencias que intentan desviar a los creyentes del camino de la verdad y la libertad que se encuentra en Cristo.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "estorbar" se refiere a cualquier acción, idea o influencia que obstaculiza el cumplimiento de la voluntad de Dios o impide el progreso espiritual de las personas. Se utiliza para describir situaciones en las que se presentan tentaciones, idolatría o falta de fe, y se advierte sobre la necesidad de estar alerta y evitar ser desviados por aquellos que intentan interponer obstáculos en nuestro camino hacia la verdad y la vida en Cristo.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de estorbar:
Isaías 43:13
Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?
Hechos 11:17
Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?