El término "alojar" es una palabra que se encuentra en diferentes pasajes de la Biblia y tiene un significado profundo y simbólico. En la etimología de la palabra, encontramos que proviene del latín "allocare", que significa "dar lugar" o "dar cabida". En su origen, la palabra alojar se refería a la acción de dar cobijo y hospedar a alguien.
En la Biblia, la palabra alojar adquiere un significado más amplio y trascendental. Se utiliza para expresar la idea de recibir a alguien, darle un lugar en nuestro corazón y permitirle entrar en nuestras vidas. Alojar implica acoger a alguien de manera amable y generosa, ofrecerle refugio y protección.
En el contexto bíblico, el alojamiento no se limita únicamente a ofrecer un techo donde pasar la noche, sino que implica una actitud de apertura y hospitalidad hacia los demás. En muchos pasajes de la Biblia se nos exhorta a alojar a los extranjeros, a los necesitados y a los indefensos, mostrando así el amor y la compasión de Dios hacia todos sus hijos.
Uno de los pasajes más conocidos donde se menciona la palabra alojar es en el Evangelio de Lucas, capítulo 2, versículo 7: "Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón". En este pasaje, se nos muestra cómo María y José no encontraron alojamiento en el mesón y tuvieron que refugiarse en un pesebre. Este relato nos enseña la importancia de estar dispuestos a recibir a Jesús en nuestras vidas, incluso en los lugares más humildes y sencillos.
Otro pasaje donde se utiliza la palabra alojar es en el libro de Mateo, capítulo 25, versículos 34 al 40: "Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?".
En este pasaje, Jesús nos enseña que al alojar a los necesitados y a los que sufren, en realidad estamos alojando a Cristo mismo. Nos muestra que el verdadero amor y la verdadera fe se demuestran a través de nuestras acciones hacia los demás. Nos invita a ser generosos y compasivos, a acoger a aquellos que necesitan ayuda y a ofrecerles nuestro apoyo.
En resumen, el significado bíblico de la palabra alojar va más allá de la simple acción de dar cobijo físico a alguien. Implica una actitud de apertura y hospitalidad hacia los demás, de recibir a las personas en nuestro corazón y permitirles entrar en nuestras vidas. Alojar es acoger a los necesitados, a los extranjeros y a los indefensos, mostrando así el amor y la compasión de Dios hacia todos sus hijos.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de alojar:
2 Reyes 19:23
Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jehová, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes, a lo más inaccesible del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses más escogidos; me alojaré en sus más remotos lugares, en el bosque de sus feraces campos.
Isaías 10:29
Pasaron el vado; se alojaron en Geba; Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó.