Lengua Significado Bíblico

La palabra "lengua" es de origen latino "lingua" y su significado en la Biblia va más allá de su definición literal. En el contexto bíblico, la lengua representa el órgano del habla, pero también simboliza el poder de las palabras y la comunicación.

En la Biblia, la lengua desempeña un papel fundamental en la relación entre Dios y los seres humanos, así como en las interacciones entre las personas. El libro de Proverbios, por ejemplo, ofrece numerosas referencias a la lengua y su influencia en la vida cotidiana.

Uno de los versículos más conocidos sobre el poder de la lengua se encuentra en Proverbios 18:21, que dice: "La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos". Este versículo destaca cómo nuestras palabras pueden tener consecuencias duraderas, tanto positivas como negativas.

En el contexto bíblico, la lengua también se asocia con la adoración y la alabanza a Dios. En el Salmo 51:15, el rey David clama a Dios: "Señor, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza". Aquí, la lengua se presenta como un instrumento para glorificar a Dios y expresar gratitud.

Además, la lengua es mencionada en relación con la sabiduría y el consejo. En el libro de Job, por ejemplo, uno de los amigos de Job le dice: "Enseñarnos qué te parece; porque nosotros no sabemos qué hemos de decir; y porque nuestros días son sombra sobre la tierra" (Job 8:9). Aquí, la lengua se presenta como un medio para transmitir conocimiento y sabiduría.

En el Nuevo Testamento, Jesús también habla sobre la importancia de la lengua y el poder de las palabras. En Mateo 12:36-37, Jesús advierte: "Yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado". Estas palabras de Jesús nos recuerdan la responsabilidad que tenemos al usar nuestra lengua y el impacto que pueden tener nuestras palabras en los demás.

En resumen, en el contexto bíblico, la lengua va más allá de su definición física y representa el poder de las palabras, la comunicación, la adoración a Dios y la transmisión de sabiduría. La Biblia nos enseña a ser conscientes de cómo usamos nuestra lengua y a ser responsables de nuestras palabras, ya que estas pueden tener un efecto duradero en nuestra vida y en la vida de los demás.

Versículos de Lengua

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de lengua:

Génesis 11:9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.

Éxodo 4:10 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.

Josué 10:21 Todo el pueblo volvió sano y salvo a Josué, al campamento en Maceda; no hubo quien moviese su lengua contra ninguno de los hijos de Israel.

Jueces 7:5 Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquel pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber.

2 Samuel 23:2 El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua.

2 Reyes 18:26 Entonces dijo Eliaquim hijo de Hilcías, y Sebna y Joa, al Rabsaces: Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos, y no hables con nosotros en lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre el muro.

2 Reyes 18:28 Entonces el Rabsaces se puso en pie y clamó a gran voz en lengua de Judá, y habló diciendo: Oíd la palabra del gran rey, el rey de Asiria.

Ester 1:22 pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo que todo hombre afirmase su autoridad en su casa; y que se publicase esto en la lengua de su pueblo.

Job 5:21 Del azote de la lengua serás encubierto; No temerás la destrucción cuando viniere.

Job 27:4 Mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engaño.

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