La palabra "montaña" tiene un significado muy importante en la Biblia. En el contexto bíblico, este término se utiliza tanto de manera literal como figurada para transmitir varias enseñanzas y simbolismos. La etimología de la palabra proviene del latín "montanea", que a su vez deriva del latín "mons", que significa montaña. La palabra también tiene su origen en el griego "oros".
En la Biblia, la montaña se presenta como un lugar de encuentro con Dios y de revelación divina. Es el sitio donde Moisés recibió los Diez Mandamientos en el monte Sinaí y donde Jesús predicó el Sermón del Monte. La montaña también se asocia con la presencia de Dios y su trascendencia. Es un símbolo de elevación espiritual y de acercamiento a lo divino.
Además de su significado espiritual, la montaña también tiene una importancia geográfica en la Biblia. La geografía de la Tierra Santa está marcada por numerosas montañas y colinas, que son mencionadas en diferentes pasajes bíblicos. Algunas de las montañas más conocidas son el monte Sinaí, el monte del Monte de los Olivos y el monte Carmelo.
En el Antiguo Testamento, las montañas también eran consideradas lugares sagrados y se utilizaban para realizar sacrificios y cultos religiosos. Por ejemplo, el monte Moriah es el lugar donde Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac, y más tarde se construyó el Templo de Jerusalén en ese lugar.
En el Nuevo Testamento, Jesús realiza varios milagros y enseñanzas en las montañas. Por ejemplo, en el Sermón del Monte, Jesús pronuncia las bienaventuranzas y enseña a sus discípulos sobre el amor y la justicia. También es en una montaña donde Jesús se transfigura delante de Pedro, Santiago y Juan, revelándoles su divinidad.
En resumen, la palabra "montaña" en la Biblia tiene un significado profundo y simbólico. Representa un lugar de encuentro con Dios, de revelación divina y de elevación espiritual. Además, las montañas geográficas de la Tierra Santa también tienen un papel importante en la historia y geografía bíblica. En conjunto, estos significados nos enseñan sobre la trascendencia de Dios y la importancia de buscar una conexión espiritual con lo divino.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de montaña:
Josué 9:1
Astucia de los gabaonitas Cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa del Mar Grande delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos,
Josué 12:8
en las montañas, en los valles, en el Arabá, en las laderas, en el desierto y en el Neguev; el heteo, el amorreo, el cananeo, el ferezeo, el heveo y el jebuseo.
Josué 13:6
todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta Misrefotmaim, todos los sidonios; yo los exterminaré delante de los hijos de Israel; solamente repartirás tú por suerte el país a los israelitas por heredad, como te he mandado.
Josué 16:1
Territorio de Efraín y de Manasés Tocó en suerte a los hijos de José desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, hacia el desierto que sube de Jericó por las montañas de Bet-el.
Jueces 1:19
Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.
1 Crónicas 12:8
También de los de Gad huyeron y fueron a David, al lugar fuerte en el desierto, hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas.
Cantares 8:14
Apresúrate, amado mío, Y sé semejante al corzo, o al cervatillo, Sobre las montañas de los aromas.
Jeremías 32:44
Heredades comprarán por dinero, y harán escritura y la sellarán y pondrán testigos, en tierra de Benjamín y en los contornos de Jerusalén, y en las ciudades de Judá; y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de la Sefela, y en las ciudades del Neguev; porque yo haré regresar sus cautivos, dice Jehová.
Miqueas 7:14
Compasión de Jehová por Israel Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en campo fértil; busque pasto en Basán y Galaad, como en el tiempo pasado.
Apocalipsis 8:8
El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.