La palabra "agradar" tiene un significado muy importante en la Biblia. En su origen, proviene del latín "agradare", que significa "dar gusto, complacer". En el contexto bíblico, esta palabra tiene una connotación especial, ya que se refiere a la actitud de agradar a Dios y de vivir de acuerdo a sus mandamientos.
En la Biblia, el término "agradar" se encuentra en varios pasajes que nos revelan su significado profundo. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, encontramos en el libro de Proverbios 16:7 que dice: "Cuando los caminos de un hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él". Este verso nos enseña que vivir de acuerdo a los principios de Dios es una manera de agradarle y de experimentar su bendición y favor en nuestras vidas.
En el Nuevo Testamento, encontramos en el libro de Romanos 12:1-2 una exhortación muy clara sobre cómo agradar a Dios: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".
En este pasaje, se nos insta a ofrecer nuestras vidas como un sacrificio vivo y santo a Dios, lo cual es considerado como un acto agradable a sus ojos. Además, se nos anima a no conformarnos a los patrones de este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestra mente, para poder discernir y vivir de acuerdo a la buena voluntad de Dios.
El agradar a Dios implica vivir en obediencia a sus mandamientos, buscar su voluntad y confiar en sus promesas. En el libro de Hebreos 11:6 se nos dice: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan". Este verso nos enseña que la fe es un elemento clave para agradar a Dios, ya que implica confiar en su existencia y en su carácter galardonador para aquellos que le buscan.
En conclusión, el significado bíblico de la palabra "agradar" implica vivir de acuerdo a los principios y mandamientos de Dios, ofrecer nuestras vidas como un sacrificio vivo y santo, y confiar en su voluntad y promesas. Agradar a Dios no se trata de cumplir una lista de reglas, sino de tener una relación íntima con Él y buscar su dirección en todas las áreas de nuestra vida.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de agradar:
Números 14:8
Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.
Deuteronomio 24:1
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
2 Crónicas 10:7
Y ellos le contestaron diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo, y les agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán siempre.
Salmos 51:19
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
Romanos 8:8
y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Romanos 15:1
Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.
1 Corintios 7:33
pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer.
1 Corintios 7:34
Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
Efesios 6:6
no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;
1 Tesalonicenses 4:1
La vida que agrada a Dios Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.