La palabra "repartir" tiene un significado bíblico muy importante y representa una acción fundamental en el contexto bíblico. Su etimología se remonta al latín "repartīre", que significa "distribuir" o "dividir en partes". En la Biblia, encontramos múltiples referencias a esta palabra y su significado esencialmente se refiere a compartir, dar o repartir algo entre varias personas o grupos.
En el contexto bíblico, el acto de repartir está asociado con la generosidad, la justicia y la misericordia. La Biblia nos enseña la importancia de compartir nuestros recursos con los necesitados y de ser generosos con aquellos que nos rodean. En el Antiguo Testamento, por ejemplo, encontramos numerosas referencias a la práctica de repartir alimentos, bienes y riquezas entre los pobres y los necesitados.
El libro de los Proverbios, en particular, nos exhorta a repartir nuestros bienes con generosidad: "El que da al pobre no tendrá necesidad, pero el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones" (Proverbios 28:27). Esta enseñanza nos muestra que al repartir nuestras posesiones con los necesitados, estamos siguiendo el mandamiento divino y seremos bendecidos por ello.
En el Nuevo Testamento, Jesús también enfatiza la importancia de repartir y compartir con los demás. En el famoso pasaje de la multiplicación de los panes y los peces, Jesús toma unos pocos panes y peces, los bendice y los reparte entre miles de personas hambrientas (Marcos 6:30-44). Este milagro nos muestra el poder de la generosidad y cómo Dios puede multiplicar nuestros recursos cuando los ponemos al servicio de los demás.
Además de la generosidad, el acto de repartir también está asociado con la justicia en la Biblia. En el libro de los Salmos, por ejemplo, encontramos el siguiente versículo: "El justo reparte y da a los pobres; su justicia permanece para siempre" (Salmos 112:9). Este versículo nos enseña que la justicia verdadera implica repartir y compartir con los necesitados, garantizando así su bienestar y dignidad.
En resumen, la palabra "repartir" tiene un significado bíblico profundo y representa la generosidad, la justicia y la misericordia. En el contexto bíblico, repartir implica compartir nuestros recursos con los necesitados y ser generosos con aquellos que nos rodean. Esta práctica es fundamental para vivir de acuerdo con los principios y enseñanzas de la Biblia, y nos permite experimentar la bendición de Dios en nuestras vidas. Por lo tanto, es importante recordar la importancia de repartir y practicarla en nuestra vida diaria.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de repartir:
Éxodo 15:9
El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
Números 26:53
A estos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.
Números 34:17
Estos son los nombres de los varones que os repartirán la tierra: El sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun.
Job 27:17
La habrá preparado él, mas el justo se vestirá, Y el inocente repartirá la plata.
Job 41:6
¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Lo repartirán entre los mercaderes?
Salmos 108:7
Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré; Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
Isaías 33:23
Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín.
Isaías 53:12
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
Ezequiel 47:13
Límites y repartición de la tierra Así ha dicho Jehová el Señor: Estos son los límites en que repartiréis la tierra por heredad entre las doce tribus de Israel. José tendrá dos partes.
Daniel 11:39
Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra.