La palabra "llorar" tiene un significado muy importante en la Biblia. A lo largo de las Escrituras, este verbo se utiliza para describir una expresión de dolor, tristeza y aflicción. Llorar es el acto de derramar lágrimas como una respuesta emocional a una situación difícil o dolorosa. En el contexto bíblico, el llanto a menudo representa un profundo arrepentimiento, una súplica a Dios o una muestra de compasión.
La etimología de la palabra "llorar" se remonta al latín "plorare", que significa "llorar" o "gemir". A lo largo de los siglos, esta palabra ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes lenguajes, incluido el hebreo en el Antiguo Testamento de la Biblia.
En la Biblia, el llanto es mencionado en numerosas ocasiones y en diversos contextos. Uno de los ejemplos más conocidos es el Salmo 6:6, donde el rey David clama a Dios: "Cansado estoy de mis gemidos; todas las noches hago nadar mi lecho, de mis lágrimas lo inundo". Aquí, el llanto de David refleja su angustia y su búsqueda de consuelo en Dios.
Otro ejemplo importante se encuentra en el libro de Jeremías, donde el profeta lamenta la destrucción de Jerusalén y el exilio del pueblo de Israel. En Jeremías 9:1, él dice: "Quién me diera en el desierto una posada de caminantes, para dejar a mi pueblo y alejarme de ellos! Porque todos ellos son adúlteros, gente de traición". El llanto de Jeremías es una expresión de su tristeza y su desesperación por la situación de su pueblo.
En el Nuevo Testamento, Jesús también lloró en varias ocasiones. En Juan 11:35, se menciona que Jesús lloró por la muerte de su amigo Lázaro. Su llanto aquí muestra su compasión y su humanidad, a pesar de saber que iba a resucitar a Lázaro.
En resumen, el llanto en la Biblia es mucho más que una simple expresión de tristeza. Representa un profundo arrepentimiento, una súplica a Dios y una muestra de compasión. A través del llanto, las personas pueden encontrar consuelo en Dios y expresar sus emociones más profundas. La etimología de la palabra "llorar" nos muestra su origen latino, que ha sido adoptado y adaptado a diferentes lenguajes a lo largo de los siglos. En definitiva, el llanto en la Biblia es un elemento importante que nos enseña sobre la naturaleza humana y la relación con Dios.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de llorar:
Génesis 23:2
Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla.
Génesis 33:4
Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
Génesis 50:3
Y le cumplieron cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y lo lloraron los egipcios setenta días.
Números 11:4
Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!
Rut 1:14
Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.
1 Samuel 30:4
Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.
2 Samuel 3:34
Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos; Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él.
2 Samuel 13:36
Cuando él acabó de hablar, he aquí los hijos del rey que vinieron, y alzando su voz lloraron. Y también el mismo rey y todos sus siervos lloraron con muy grandes lamentos.
Job 2:12
Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.
Isaías 22:4
Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.