La palabra agag tiene un significado especial en la Biblia y se menciona en varios pasajes clave. Para comprender su importancia, es necesario explorar su etimología y origen.
En la Biblia, la palabra agag se refiere a un título real utilizado por los reyes de Amalec, una antigua nación en el Medio Oriente. El término agag se deriva del hebreo "Agag", que significa "alto" o "elevado". Se cree que este título era utilizado por los monarcas amalecitas para destacar su posición de poder y autoridad.
El primer registro bíblico de la palabra agag se encuentra en el libro de Números, donde se menciona a Balac, rey de Moab, y a Balaam, un profeta, conspirando contra el pueblo de Israel. Balac le pide a Balaam que maldiga a Israel, pero Balaam se niega porque Dios le ha dicho que bendiga al pueblo elegido. En su lugar, Balaam pronuncia una bendición sobre Israel y profetiza su grandeza y victoria sobre sus enemigos, incluido el rey agag de Amalec.
Otro pasaje importante que menciona la palabra agag se encuentra en el libro de Samuel. Aquí, se narra la historia del rey Saúl y su desobediencia a Dios. Dios le ordena a Saúl que destruya por completo a los amalecitas, incluido su rey agag, y que no se le perdone la vida a nadie ni se tome ningún botín. Sin embargo, Saúl desobedece y decide perdonar a Agag y tomar parte del botín. Esta desobediencia lleva a Dios a rechazar a Saúl como rey de Israel.
La historia de Saúl y agag es un recordatorio importante de la importancia de la obediencia a Dios y las consecuencias de la desobediencia. Saúl pagó un precio alto por su desobediencia, y su reino fue arrebatado de él.
En resumen, la palabra agag en la Biblia se refiere a un título real utilizado por los reyes de Amalec. Su significado etimológico de "alto" o "elevado" refleja la posición de poder y autoridad que estos monarcas buscaban transmitir. El uso de la palabra agag en la Biblia está asociado con la desobediencia y las consecuencias que esta puede acarrear, como se ve en la historia de Saúl. Es un recordatorio de la importancia de la obediencia a Dios y las consecuencias de la desobediencia.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de agag:
Números 24:7
De sus manos destilarán aguas, Y su descendencia será en muchas aguas; Enaltecerá su rey más que Agag, Y su reino será engrandecido.
1 Samuel 15:8
Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada.
1 Samuel 15:9
Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.
1 Samuel 15:20
Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas.
1 Samuel 15:32
Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él alegremente. Y dijo Agag: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte.
1 Samuel 15:33
Y Samuel dijo: Como tu espada dejó a las mujeres sin hijos, así tu madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal.
Ester 3:1
Amán trama la destrucción de los judíos Después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él.
Ester 8:3
Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Amán agagueo y su designio que había tramado contra los judíos.
Ester 8:5
y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de él, y si le parece acertado al rey, y yo soy agradable a sus ojos, que se dé orden escrita para revocar las cartas que autorizan la trama de Amán hijo de Hamedata agagueo, que escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey.
Ester 9:24
Porque Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había echado Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos.