La palabra "promesa" es una de las más importantes en la Biblia. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, encontramos promesas de Dios hacia su pueblo, y también promesas que los hombres hacen hacia Dios y entre ellos.
La etimología de la palabra "promesa" viene del latín "promissum", que significa "lo prometido". Esta palabra, a su vez, proviene del verbo "promittere", que significa "enviar antes", "adelantar", "afirmar". Así, podemos ver que la promesa implica una afirmación de algo que se va a cumplir en el futuro.
En la Biblia, la promesa es un compromiso que Dios hace con su pueblo. Desde la promesa que le hizo a Abraham de que tendría una descendencia numerosa y que sería bendición para todas las naciones, hasta la promesa que hizo Jesús de que volvería a la tierra a buscar a su pueblo, las promesas de Dios son una constante en las Escrituras.
Además de las promesas que Dios hace hacia su pueblo, también encontramos las promesas que los hombres hacen hacia Dios y entre ellos. Por ejemplo, la promesa que hizo Noé de construir un arca y salvar a su familia y a los animales del diluvio, o la promesa que hizo Rut a su suegra de no abandonarla y de seguir su religión.
En la Biblia, la promesa es un compromiso serio y sagrado. Cuando alguien hace una promesa, está vinculando su palabra a su honor y a su reputación. Por eso, la Biblia nos enseña que es importante cumplir las promesas que hacemos, porque si no lo hacemos, estamos faltando a nuestra palabra y a nuestra fe.
La promesa es también un acto de fe. Cuando Dios hace una promesa, está demostrando su amor y su fidelidad hacia su pueblo. Y cuando nosotros hacemos una promesa, estamos demostrando nuestra confianza en Dios y en su voluntad. Por eso, la Biblia nos enseña que la promesa es un acto de fe y de confianza en Dios.
En resumen, la promesa es una palabra muy importante en la Biblia. Es un compromiso serio y sagrado que Dios hace con su pueblo, y que los hombres hacen entre ellos y hacia Dios. La promesa implica una afirmación de algo que se va a cumplir en el futuro, y es un acto de fe y de confianza en Dios. Por eso, es importante que cumplamos las promesas que hacemos, porque si no lo hacemos, estamos faltando a nuestra palabra y a nuestra fe.
Última actualización: 13 mayo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de promesa:
Deuteronomio 1:1
Moisés recuerda a Israel las promesas de Jehová en Horeb Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab.
Josué 21:45
No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.
Nehemías 9:38
Pacto del pueblo, de guardar la ley A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes.
Eclesiastés 5:4
Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
Isaías 30:18
Promesa de la gracia de Dios a Israel Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.
Zacarías 8:1
Promesa de la restauración de Jerusalén Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:
Lucas 24:49
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Hechos 1:1
La promesa del Espíritu Santo En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
Hechos 7:17
Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto,
Hechos 13:23
De la descendencia de este, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel.